Cientos de jóvenes se manifestaban el lunes en la ciudad fronteriza venezolana de San Cristóbal, quemando basura y bloqueando vías, en la más reciente protesta contra la suspensión del referendo para remover al presidente Nicolás Maduro.
Reuters
Los manifestantes, que se identificaron como estudiantes, quemaban cauchos y escombros en las afueras de varias universidades de la capital del estado Táchira, epicentro de las violentas protestas antigubernamentales que remecieron al país en el 2014 y dejaron unos 44 muertos.
Además se reportaron protestas en la capital Caracas y en Valencia.
La semana pasada, el árbitro electoral venezolano suspendió hasta nuevo aviso la recolección de un 20 por ciento de las firmas del electorado cuyo inicio estaba previsto para el miércoles, tensando aún más el panorama político del país que además lidia con una profunda crisis económica.
En reacción, la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, empezó a debatir el domingo si inicia un juicio político contra el presidente por un supuesto quiebre del orden constitucional; mientras que los líderes de la oposición convocaron a sus seguidores a protestar en las calles.
El miércoles está prevista una movilización masiva.
Testigos de Reuters reportaron enfrentamientos en San Cristóbal entre los manifestantes y uniformados, que dispararon balas de goma. Funcionarios de la policía estatal y la Guardia Nacional se mantienen apostados en las principales vías.
“No marcharemos solo el miércoles, sino todos los días del mes hasta que salga esta dictadura, estaremos en la calle de forma pacífica”, dijo Yhender Guerra, integrante de un movimiento universitario.
“El Gobierno nos ha quitado tanto que nos ha quitado hasta el miedo”, agregó.
Cientos de estudiantes en Caracas también tomaron las calles el lunes.
Venezuela atraviesa una de las peores crisis de sus últimos tiempos con una de las tasas de inflación más alta del mundo, recesión económica, constantes fallas en los servicios públicos y una persistente escasez que obliga a miles de personas a realizar filas para acceder a bienes básicos, medicinas y repuestos.
La crisis ha golpeado la popularidad de Maduro, al punto que una reciente encuesta de la firma Datanálisis sostiene que hasta un 71,8 por ciento de los entrevistados votaría por revocar su mandato.
Los seguidores de Maduro sostienen que al intentar deponer al presidente por las vías contempladas en la Constitución, la oposición intenta perpetrar un golpe de Estado encubierto.