Se llama Edward Mordrake, es un hombre inglés nacido en el siglo XIX que provenía de una familia adinerada. Un hombre atractivo, inteligente, amable, con un talento para la música y los estudios, su único “defecto” es que había nacido con un segundo rostro justo detrás de su cabeza.
Existen varias versiones de lo que pasó, hay indicios que hablan de que era un caso de gemelo parásito, una formación humanoide que se crea por accidente en el cigoto antes de que el embrión se conforme.
Pero había un rasgo diferente, pues la cara adicional que poseía lloraba y reía, pero no hablaba, aunque es probable que fuera capaz de producir balbuceos. Alguno aseguraban que estaba dotada de una expresión maligna y que seguía con la mirada todo lo que se movía a su alrededor así lo afirma Mott. Pe
Otra de las enfermedades que pudo haber atacado a Mordrake tiene por nombre diprosopia, un síndrome que es causado por una anomalía genética que implica la duplicidad de rasgos en la cabeza, incluyendo toda la cara. En muchos casos son parte concretas, una nariz o los ojos. De acuerdo con Rumbos Digital, estos bebés suelen sobrevivir sólo unos minutos y horas tras su nacimiento, pero el caso del inglés es, sin duda, extraordinario.
Con información de De10.com.mx