“…Esos golpes que me propinaron hombres identificados con el Psuv – partido de oficialista- , no golpearon mi espíritu. Aquí estoy trabajando en la AN…”. Delsa Solorzano
Muchos nos preguntamos ¿qué es un Juicio Político? Según entendidos en la materia, “es un proceso de orden constitucional, cuya finalidad es hacer efectivo el principio de responsabilidad de los servidores o funcionarios públicos, particularmente de los más altos cargos o autoridades, como el Presidente de la Republica”, lo sucedido en Brasil con Dilma Rousseff es un claro ejemplo.
Quien tiene la cualidad de hacerlo en Venezuela es la Asamblea Nacional, que en días pasado, aprobó en sesión especial iniciar un procedimiento con miras a un “juicio político y penal” contra el presidente Nicolás Maduro, acusado de propiciar la ruptura democrática con la suspensión del referendo revocatorio.
Como es lógico pensar, este Juicio Político debe incluir algo que enlodó y calcome a la mal llamada revolución: la corrupción, que ha existido siempre en el gobierno de Venezuela, sólo que ahora se aprecia en grado superlativo, sugiriendo que Nicolás no ha cumplido a cabalidad con sus funciones como Primer mandatario. El gobierno de la Quinta República superó todo precedente, comenzando por el comandante Chávez y exacerbada en el gobierno de Maduro, alcanzado nuevas dimensiones, a juzgar por las cantidades de dinero que se transan diariamente en nombre de sus líderes, complicando aún más las cosas los presuntos vínculos de algunos de ellos con el narcotráfico, los sindicados de integrar el Cartel de los Soles y conexiones con el lejano oriente, sin que ningún órgano judicial de Venezuela los haya investigado, menos la Sala Penal del TSJ, porque su Presidente haría lo propio en ese rentable negocio, solo los gringos, quienes le pusieron los ganchos a los llamados narcosobrinos de la Primera Combatiente, supuestos protegidos de MM y la Fiscal General, por estar inmersos en el delito de tráfico de drogas, lo mismo hubiese ocurrido con el hijo de Nicolás sino se hubiese ido a vivir a un país sin tratado de extradición con EEUU.
Un país que busca salir de esta crisis y un gobierno que busca embobar a sus adversarios con fotos viejas de Nicolás con el Papa Francisco, careta patente por la globalización, por eso un forista soltó por todo el cañón estas frases lapidarias: “…sin dialogo sin componendas, sin ventajismos, sin salvadores mezquinos, sin bichos chupasangres, con honestidad, con humildad y mucha decencia, saldremos a las calles a derrocar este gobiernucho falso y desmedido que nos tiene pasando hambre y miseria, todos en una sola voz, con decisión firme y con vocación de fuerza, única para desmembrar estas bandas armadas que ya nos sofocan, fuera MADURO y su combo de delincuentes, no puede haber dialogo, con delincuentes no se negocia, exijamos elecciones presidenciales este diciembre y ¡YA! Hay un mes por medio, está bien ya el pueblo habló y dijo que es lo que quiere…”
Un pueblo que clama libertad sin restricción alguna, que clama sacar a Maduro y su combo del gobierno por la vía democrática: el referéndum revocatorio, pero se la niegan. La razón es sencilla, al gobierno cada día se le están cerrando muchas puertas, sobre todo las del financiamiento internacional, porque gobiernos y parlamentos a nivel mundial están escandalizados con la dictadura declarada, la de las agresivas represiones a las movilizaciones, radicalizándose más con apoyo de los militares.
Ante un pueblo con el derecho a renovar sus autoridades regionales como Gobernadores y Alcaldes, uno de los voceros del oficialismo, Pedro Carreño, aparece en un programa de televisión diciendo sandeces como esta: “…Lo fundamental es la alimentación porque los precios del petróleo no son útiles para suplir el presupuesto de la República que estaba calculado en 40 dólares y ni quisiera ha llegado a ese precio, por eso creo que las elecciones regionales pasan a un segundo plano…”(https://www.youtube.com/watch?v=cc54mpEB8NM). Es decir, primero anteponen la ilusoria comida y las autoridades regionales para otro momento, para que no se repita lo mismo con las parlamentarias, pues perderían todo el poder.
A propósito de esta crisis me vienen a la mente palabras, del todo atinadas, del Dr. Rafael Caldera, cuando dirigiéndose al entonces Congreso de la República, dijo: “…es difícil pedirle al pueblo que se inmole por la libertad, por la democracia, cuando piensa que la libertad y la democracia no son capaces de darle de comer…”, lo dijo en un infausto momento histórico, el 04 de febrero de 1992 y que retomo como advertencia para aquellos que hoy están en el poder, ya que el pueblo venezolano desea salir de ellos con cualquier figura, sea “la partida de nacimiento o doble nacionalidad“ que esta posibilidad fue derogada por la misma Sala Constitucional del TSJ, pero solo nos queda el Juicio Político. Sobre este último, tengo mis dudas, para variar muchos juristas como Escarra dicen que el juicio político no está estipulado en la Constitución venezolana, violada hasta más no poder por los rojos dictadores, esto me recuerda lo que dijo el Pastor Martin Luther King: “Nunca olviden que todo lo que Hitler hizo en Alemania fue legal”.
Todo a la medida del régimen, y para eso está la Sala Constitucional, pero como nada es perfecto, de este lado se dicen que existe la figura de abandono del cargo, que es cuando el Jefe de Estado deja de cumplir las funciones para las que fue elegido, por allí van los tiros para sacar a Maduro, porque en realidad la mayoría de los venezolanos de a pie ansían salir de este régimen Castro comunista.
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