Metiéndole el freno a la rebelión cívica, como hicieron en la Autopista Francisco Fajardo cuando escucharon “vamos a Miraflores”, pretenden mantener vivitas y coleando las expectativas y el respaldo de un pueblo que anhela el cambio político. No es cuestión de radicalismos ni del sentido de la oportunidad, se trata de ser consecuentes con todos y cada uno de los venezolanos que han hecho de los actos de calle de la oposición verdaderos cuestionamientos a un régimen que no cesará en su empeño de erradicar la democracia en nuestro país y, por añadidura, terminar de sumirnos en la indigencia; si hoy otras naciones y organismos internacionales condenan el comportamiento antidemocrático del régimen, exigiéndole poner fin a una crisis sin precedentes en nuestra historia, es por el comportamiento cívico del pueblo en la calle exigiendo sus derechos. Ese pueblo hoy se siente defraudado, indignado en grado sumo, bravo, por percibir que el mayor beneficiario del diálogo es el Gobierno del cual quiere salir.
Están por verse las ventajas del diferimiento del juicio político de Maduro y de la marcha a Miraflores, cuando el régimen ha hecho del diferimiento de los juicios a los presos políticos un mecanismo de retaliación y chantaje, de secuestro y aniquilación de sus adversarios políticos, esos mismos que por estos días parecieran bajarle la presión posponiendo una agenda considerada como la correcta días atrás por ellos mismos, mitigando así el temor de esos verdugos de ir a elecciones; en ese sentido, es de mal gusto asegurar que eso se hace con el objetivo de que el Gobierno suelte a los presos políticos, para el momento de escribir esta columna solamente habían liberado a 5 de los 135 privados de libertad por razones políticas que figuran en la lista de la Comisión de Política Interior, Justicia, Derechos Humanos y Garantías Constitucionales de la Asamblea Nacional. El Alcalde Antonio Ledezma fue lapidario al respecto, dejando ver la debilidad de tal planteamiento.
“Se suspende juicio político a cambio de que liberen a TODOS los presos políticos”, dijo Tomás Guanipa. Quiere decir que para el viernes de la próxima semana deberían estar en libertad todos los demás que conforman la lista de la Diputada Delza Solórzano. Sin ser pesimista, considero tal propósito como inviable, por esa razón, el Vaticano junto al Gobierno y la MUD nos vendrán con otro cuento que en nada favorecerá a condenados y procesados como el dirigente político y empresario yaracuyano Kamel Salame Ajami, quien lleva más de una década encarcelado sin juicio ni condena, revelando que la liberación de presos políticos sólo beneficiaría a quienes cuyas toldas políticas acepten condiciones infamantes del Gobierno, que en nada contribuyen a la paz social por arrojar más leña al fuego que tiende a avivarse con las loas que se han echado ambos bandos mientras el desabastecimiento de alimentos, medicinas, subordinación de poderes al Ejecutivo y las ejecuciones extrajudiciales causan alarma dentro y fuera del país.
No le faltaría razón a quienes dicen que la MUD hizo el rídiculo posponiendo el juicio político a Maduro y la marcha a Miraflores, entre otras cosas por dejar al descubierto las profundas diferencias existentes en la alianza opositora, a la par de limpiarle el rostro al régimen cayendo sin miramientos en su juego, porque de que cayeron, cayeron, hecho que les está resultando alto difícil explicar, de ahí el patético silencio que se aprecia por parte de la MUD, baste resaltar la inactividad de @unidadvenezuela, la tendencia #MalditaMud los acalló, tan dados a verter sus opiniones y críticas sobre los actos de gobierno. Ojalá ese silencio sea para rectificar, lo contrario sería un salto al vacío, porque con la camarilla narcorrupta que se acordaron Comisiones para el diálogo no tenemos garantía de nada que no sea violencia, agresión y destrucción, como lo están padeciendo en Voluntad Popular y, antes que ellos, numerosos activistas políticos a quienes tal vez no alcancen las supuestas bondades de los actuales pactos entre la MUD y el Gobierno.
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