Ashlee Hutt, de 24 años, residenciada en Washington, fue acusada de inyectarles heroína a sus tres hijos de seis, cuatro y dos años para que se durmieran temprano, reseñó Daily Mail.
La mujer administraba la droga a sus pequeños con la ayuda de su novio Leeroy Mclver, convenciéndolos que era “medicina para sentirse bien” y “jugo para dormir”, según reseña Infobae.
Según informó el diario digital argentino, no solo el tema de las drogas preocupaba a los Servicios Sociales estadounidenses. La casa en la que residían los menores se encontraba invadida de ratas y llena de excremento y agujas contaminadas.
Las pruebas de opioide que realizaron a los niños luego de conseguirlos sucios y con huellas de inyecciones, dieron positivas.
El mayor de los menores informó que la madre mezclaba un polvo blanco con agua y en una ocasión le introdujo la sustancia luego de que el padre lo ahorcara durante un largo rato, publica el diario mencionado.
Ambos fueron detenidos y acusados por cargos criminales.