El pueblo venezolano ha sido testigo de excepción de todas las acciones emprendidas desde la Mesa de la Unidad Democrática, para enfrentar al gobierno de Nicolás Maduro, y denunciar ante Venezuela y el mundo todas las violaciones que su gobierno ha hecho a la Constitución Nacional a conveniencia de una parcialidad política, hemos denunciado con valentía la corrupción de los altos funcionarios, nos hemos movilizado por todo el país junto a la gente para promover el cambio en el modelo político de la revolución que nos ha llevado al caos y a la miseria.
El pueblo venezolano tiene constancia de la persecución, del amedrentamiento, de la violencia política ejercida contra los dirigentes de la unidad, tiene constancia que hemos luchado en situación de desventaja absoluta porque Nicolás Maduro ha usurpado los poderes autónomos del Estado y los ha convertido en institutos dependientes del PSUV, el pueblo venezolano sabe que no nos hemos vendido, ni hemos sido cómplices de esta atrocidad de gobierno, siempre hemos estado a favor de las luchas sociales del lado de la gente, y en la calle hemos hecho respetar nuestros derechos constitucionales y políticos.
Ahora bien, no interpreten ni se dejen manipular por los radicales sin causa que todo lo critican y que nada hacen ni aportan por el país, porque es muy fácil estar desde la zona de cónfort y detrás de un teclado, señalar, condenar y tratando de desprestigiar, a quienes tenemos años luchando por salir de esta farsa revolución y darle paso al cambio hoy exigido por el pueblo venezolano.
El pueblo venezolano debe entender que dialogar no es claudicar a nuestras luchas y a nuestras acciones de calle en la búsqueda de una salida pacífica y constitucional a este gobierno de Nicolás Maduro por incapaz, por corrupto, por miserable y por indiferente ante las necesidades de una sociedad en su conjunto. No obstante, en un momento de tanta tensión y de tanta expectativa, El Vaticano respondiendo a una solicitud de la unidad democrática, se ha ofrecido como mediador de paz en un acercamiento de diálogo entre gobierno y oposición, para buscar una salida a este desastre que hoy vivimos en Venezuela. Hemos aceptado ir a ese diálogo con condiciones muy claras y nos hemos fijado hasta el 11 de noviembre un plazo, para evaluar el estatus de esas cuatro comisiones designadas, y comprobar si hay disposición del gobierno de rectificar y ponerse a derecho en lo que respecta a lo establecido en nuestra Constitución Nacional.
El pueblo venezolano debe estar seguro que Nicolás no nos va a meter gato por liebre, ni se va disfrazar de cordero para tratar de confundir a El Vaticano y al mundo, nosotros estamos evaluando día a día nuestras exigencias que van desde la liberación de los presos políticos, la reactivación del cronograma electoral, el respeto y reconocimiento a la autonomía de los poderes, mecanismos para mejorar la situación en materia alimentaria y de medicinas, y así otras peticiones que son un derecho ultrajado por los bárbaros del gobierno apoyados en el Tribunal Supremo de Justicia.
Sí en ese plazo no vemos avance, no vemos resultados, retomamos el juicio político a Nicolás Maduro porque no lo hemos paralizado ni engavetado, retomamos la calle, porque del pueblo no se burla nadie, y la gente quiere en niveles de inmediatez cambiar este modelo político que solo ha traído sangre, sudor y lágrimas.
Dialogar no es claudicar, no crean que nos hemos rendido o hemos dejado en manos de terceros una lucha por nuestro pueblo. Confíen y tengan fe que desde la Mesa de la Unidad Democrática, luchamos sin cuartel por el respeto a la Constitución Nacional, el reestablecimiento del hilo democrático y por la reivindicación de la patria libre y soberana.
Andrés Eloy Camejo
Diputado a la Asamblea Nacional
Acción Democrática
@AndresECE