Hace tiempo en Venezuela ambos sectores políticos han hablado de una posible salida a la grave crisis que atraviesa el país por medio del diálogo. En este sentido la MUD le solicitó al Papa Francisco, enviar un representante del Estado del Vaticano como facilitador, en el reto de construir un acuerdo político que rompa la continuidad de la tragedia. La solicitud a su Santidad se concretó y da la impresión de haber desconcertado a sectores del Gobierno y de la oposición.
Los voceros oficialistas como Diosdado, Tareck y otros, cargan una mochila de piedras contra la mesa de conversaciones, en actitud de provocar a la MUD para que se levante de la mesa de diálogo. Lo insólito es que el Pdte. Nicolás Maduro se presenta en la instalación de las conversaciones, generando la indignación de muchos sectores, para luego salir a acusar de terroristas a algunos dirigentes de Voluntad Popular. Escuchamos con atención la intervención del Diputado Freddy Guevara, la cual fue ponderada, respetuosa en medio de grandes presiones y diferencias internas de su partido y sectores de la MUD. Por lo cual esos ataques develan las contradicciones de Nicolás en su laberinto.
La MUD está planteando un compás de espera razonable en función de concretar resultados: la salida electoral a través del revocatorio o de elecciones presidenciales adelantadas, liberación de los presos políticos, atención social con alimentos y medicinas -que proponemos desde el MPV lo coordine la Cruz Roja Internacional-, designación de un nuevo CNE y levantar la suspensión de los Diputados de Amazonas y la representación indígena del sur.
La MUD ha expresado claramente: “O se producen resultados atreves del acuerdo político o continua la ruta de Parlamento, calle y comunidad internacional”.
La gente tiene razones para no confiar en el Gobierno, no han jugado limpio, pero en esta ocasión la participación del Estado del Vaticano, Shannon y los factores poderosos de la democracia mundial, hacen injustificable tanta suspicacia, desconfianza y descalificación en un solo saco, permitiendo esto un camino más transitable para un diálogo verdadero.
La esperanza democrática sigue avanzando, es conversación con propuestas, es dialogo sin rendición, es unidad con acción y es acuerdo político o todos a la calle.
@joseluispirelar