ALTO
CARTAS SOBRE LA MESA:
En los últimos 15 años son varias las veces que hemos escuchado el argumento que para que Venezuela regrese a la normalidad republicana y democrática es necesario que la solución de fondo venga del exterior. Hugo Chávez fue exitoso en su propuesta de dividir, fracturar, destruir la convivencia interna que por décadas tuvo nuestra patria. De adversarios políticos nos hizo enemigos políticos a muerte. Sin ningún diálogo real y sincero. Era una de sus metas. La comunidad internacional, entonces, sería la única indicada para que regresemos a reconocernos unos y otros. Y es así, como hace poco en Cuba, aparece ahora entre nosotros la Iglesia Católica con sus tradiciones, fuerzas y recursos. Resumo:
1.- La llegada formal del Vaticano le ha cambiado la agenda tanto al gobierno como a la oposición.
2.- Es imposible pedirle a Nicolás Maduro que se deshaga de su doble discurso, de su doble moral. En la mañana extiende la mano de paz, en la tarde me llamas terrorista. Así seguirá, así hay que comprarlo hasta que deje la presidencia.
3.- La MUD es una expresión en la cual muy diferentes agendas se encuentran y se aceptan. Eso ha sido así y seguirá así, acordando que ante el régimen chavista se mantendrán unidos. Frente a todo lo demás, mantendrán sus diferencias naturales, como partidos políticos que son.
4.- sobran documentos y declaraciones que comprueban que Maduro y el PSUV han fracasado en su intento por dividir a la oposición. Para los estrategas externos -léase Vaticano, grupo de expresidentes, Unasur, Mercosur- ya es muy tarde para que lo logren. Dentro de la MUD ya conocen a que sabe el dulce de lechosa mientras estén unidos.
5.- el “no se va a Miraflores” no fue el resultado de una negociación. Los actores externos activados identificaron como ya bandas oficialistas de malvivientes y tarifados habían tomado el centro de la ciudad para transformarlo en un verdadero campo de batalla cuerpo a cuerpo. Recordemos que sus grupos delincuenciales, desde ministros y alcaldes hasta pranes y diputados, están armados y protegidos por sus propios escuadrones rojo-rojitos.
6.- La MUD jamás pisará la línea roja de la violencia, pues perdería el extraordinario apoyo que tiene de la comunidad internacional. No hay un solo actor de peso político externo que apoye la agenda violenta del oficialismo.
7.- Interna y externamente se pide a gritos que así como la MUD ha perfeccionado su unidad política y electoral, revise y mejore su estrategia y tácticas comunicacionales que están generando incertidumbre y desasosiego.
Especialmente en las clases trabajadoras, estudiantiles, sociales, universitarias. Antenoche a última hora, a solo minutos después de que Maduro agrediera verbalmente a Voluntad Popular y específicamente a Freddy Guevara, llamándolos terroristas, una representación de ese partido se reunía en la sede de la Nunciatura con el enviado del Papa, compartiendo la grabación de las infelices palabras presidenciales. También contra Capriles.
Recuerdo las palabras del Cardenal de La Habana Jaime Ortega a Fidel: “Su revolución tiene más de cincuenta años, es cierto, pero la Iglesia de Cristo tiene más de dos mil”. Por ello su sapiencia y experiencia. Siento que además será un freno para las voracidades que desde el régimen quieran desbocarse con el ¿visto bueno? de sus “confiables” negociadores de Unasur. Menos mal que hasta Samper ha guardado la compostura, en público y en privado, pues sus esfuerzos anteriores por sentarlos a la mesa no fueron creíbles. Clave que hayan podido apreciar, in situ, las irresponsabilidades, angustias, acusaciones falsas, tonterías, inventos, amenazas y locuacidades del mal imitador del galáctico en las 72 horas transcurridas desde el pre-diálogo. El que nos dijo esa noche que “creía firmemente en el amor” y que era el “líder del movimiento bolivariano revolucionario”. ¿Mensaje a Diosdado?. La suerte está echada, por ahora…