“Hoy la Unidad adquiere mayor valor estratégico y nos corresponde a todos lo que la integramos, dar pasos firmes para lograrlo y ser coherente con las aspiraciones de nuestro pueblo”.
Hace varios meses le solicitamos desde la MUD a su Santidad el Papa Francisco, enviar una representación del Estado del Vaticano, para que actuara como mediador en la conformación de una mesa de acuerdos políticos, en la búsqueda de posibles consensos que nos permita una salida constitucional, pacífica y electoral ante la grave crisis estructural que vive el pueblo venezolano producto del fracasado modelo político, económico y social implementado por el Gobierno Nacional.
La razón de esa solicitud se basa fundamentalmente en la posición hegemónica asumida por el Poder Ejecutivo Nacional, quien en complicidad con otros poderes públicos en teoría “autónomos”, impusieron una política de asalto y desconocimiento a cualquier otro poder que no estuviera alineado con el partido de gobierno. La suspensión írrita por parte del TSJ de los diputados de Amazonas y el diputado indígena de la región sur, son la mejor muestra de una agresión contra la soberanía popular. Durante los primeros 8 meses de este año -período en el que los diputados de Amazonas no estaban incorporados, es decir, en ese lapso no estaba la AN en el supuesto de desacato- el Parlamento Nacional se ha visto ultrajado con la imposición de sendos Decretos de Emergencia Económica que fueron negados tanto en sus cuatro presentaciones, como en sus respectivas prórrogas por la AN, constituyendo esto una franca violación de la CRBV en sus artículos 337, 338 y 339.
Valiéndose de sentencias del TSJ -órgano sin competencia para tal fin- se aprobó 30 créditos adicionales por un monto superior a 1.4 billones de bolívares, contrajo endeudamientos externos no contemplados en la Ley de Endeudamiento del presente año y firmó convenios de interés nacional, todo esto sin la aprobación de la AN, como claramente lo establecen los artículos 150, 187 en sus numerales 6, 7, 9 y 18 de la CRBV. Adicional a estas ya graves violaciones se suman la posterior aprobación de la Ley de Presupuesto y la Ley de Endeudamiento del año 2017.
La magnitud de la crisis no nos permite posiciones ambiguas: el hambre, la falta de medicinas, la inseguridad ciudadana, la mala calidad de los servicios, la inflación y el deterioro progresivo del salario, han llevado a la población en general a un sostenido, acelerado y peligroso empobrecimiento con afectación irreversible en su salud y condiciones humanas.
Las demandas de la MUD en la mesa de conversaciones que coordina el Vaticano son las siguientes:
1.- La salida electoral por referendo revocatorio en el 2016 o el adelanto de las elecciones presidenciales.
2.- La liberación de los presos de conciencia.
3.- Levantar la medida de suspensión de los diputados de Amazonas y la representación indígena del sur.
4.- Designación del nuevo Consejo Nacional Electoral.
5.- Atención a las víctimas de la crisis humanitaria.
6.- Autonomía de los Poderes Públicos.
Estas demandas se defendían en tres escenarios de lucha: El Parlamento, la agenda de calle y la búsqueda de la solidaridad internacional, ahora se agrega la Mesa de Diálogo con agenda y plazos definidos, dirigida por el Vaticano y los tres facilitadores avalados por la comunidad internacional. En ese terreno es mucho lo que podemos ganar y nada que perder. Si el gobierno cumple superamos la crisis electoralmente, si no cumple, queda más aislado y nuestros argumentos para el escenario de calle se fortalecen al igual que el apoyo internacional.
A un gobierno autoritario, que se nutre de la violencia, la descalificación, la arbitrariedad y para sobrevivir desconoce la Constitución y la soberanía popular, el escenario del diálogo lo deja sólo con dos opciones; cumplir los acuerdos o no. En el primer caso gana el país, en el segundo pierde el gobierno y se fortalece las condiciones internas y externas para continuar la lucha por la democracia.
Desde el MPV apostamos porque triunfe el país, que el gobierno rectifique y le regrese el mando de la democracia al soberano, es decir, al ciudadano. Es éste el que debe tomar la decisión en las urnas electorales si el gobierno sigue o no, en Referendo Revocatorio o elecciones presidenciales a más tardar en el primer trimestre del año 2017.
El Movimiento Progesista de Vevezuela (MPV), su bancada parlamentaria integrada por: José Simón Calzadilla, José Luis Pirela, Julio Ygarza, Nirma Guarulla, Romel Guzamana, José Hernández, Manuel Teixeira, Mauligmer Baloa, Lourdes Downing, Rosa Petit, el Gobernador del estado Indígena de Amazonas Liborio Guarulla, la alcaldesa Adriana González, el alcalde José Tomas Correa, su secretariado político y toda nuestra militancia, está comprometida con el pueblo venezolano y los más elevados intereses de su destino democrático. Asumimos y respaldamos el proceso de diálogo por las razones ya expuestas, por encima de parcialidades políticas y competencias de liderazgo. Hoy la Unidad adquiere mayor valor estratégico y nos corresponde a todos lo que la integramos, dar pasos firmes para lograrlo y ser coherente con las aspiraciones de nuestro pueblo.