El barco más grande del mundo, el crucero Harmony of the Seas, inició hoy su primera travesía por el mar Caribe desde el que será a partir de ahora su puerto base, Fort Lauderdale, al norte de Miami (EE.UU.).
El barco, de la compañía Royal Caribbean, tiene para los próximos meses dos rutas, una por el Caribe occidental, donde atracará en Labadee (Haiti), Falmouth (Jamaica) y Cozumel (México), y otra por el oriental, con paradas en Philipsburg (St. Maarten), San Juan, Nassau (Bahamas) y Charlotte Amalie (St. Thomas), entre otros.
El Harmony of the Seas es el nuevo rey de los mares al superar a los gemelos Oasis of the Seas y Allure of the Seas, también de Royal Caribbean, con 362 metros de largo, 65,7 metros de manga y pesa 226.963 toneladas de registro bruto.
Precisamente este viernes estos tres barcos, los mayores del mundo, se juntaron frente a la costa de Florida para celebrar la llegada del Harmony of the Seas a Estados Unidos.
El barco hizo su viaje inaugural la primavera pasada y recorrió varios puertos europeos desde entonces para llegar ahora a la que será su “casa”, en el sur de Florida.
Este buque de crucero alcanza una velocidad de 22 nudos, cuenta con cuatro hélices de proa con 7.500 caballos de potencia cada una y tiene 9,1 metros de calado a pesar de su gran tamaño, con lo que ofrece una capacidad para 6.780 pasajeros y 2.394 personas de tripulación.
Este barco ofrece una amplia carta de servicios como un parque acuático en el que se encuentra el tobogán más alto de alta mar, con 33 metros de caída, según la compañía.
Su oferta gastronómica se concentra en 20 restaurantes para ofrecer una amplia variedad de recetarios procedentes desde Japón a América Latina, mientras que los platos fuertes en entretenimiento son el éxito musical de Broadway y espectáculos acrobáticos.
Construido durante cuatro años en Saint Nazare (Francia), incorpora además la última tecnología con la que viene trabajando Royal Caribbean en otros buques de la clase quantum, como un bar en el que unos robots preparan los cócteles o balcones virtuales para los camarotes interiores. EFE