Cosa curiosa de la “revolución del fracaso”, que vale la pena comentar a los fines del “diálogo” tan ponderado por parte del gobierno autoritario y de los pocos dirigentes civiles que con pretensiones de líderes, no hacen más que ahondar sus argucias para tratar en forma frustrada de darle a entender al hastiado y mayoritario pueblo venezolano sus “bondades”, no creíble, tendentes a producir retardos que en forma harto perjudicial, no persigue otro fin que la continuación del peor gobierno que conoce la nuestra historia republicana después del triunfo revolucionario del 23 de enero de 1958, cual hubo de reivindicar por más de cuarenta años el imperio del Estado de derecho y las libertades públicas.
Como muestra del autoritarismo de un régimen, cuyo presidente se encuentra en entredicho y emplazado para su comparecencia a la Asamblea Nacional por estar presuntamente incurso en violación a la Constitución, con irresponsabilidad funcionarial, comparecencia diferida, bajo promesa del cuerpo deliberante de no desistimiento, tenemos forzosamente que referirnos a un hecho sumamente grave:
El TSJ recibió expediente de Leopoldo López con el objeto de evaluar si confirma o no la condena impuesta al dirigente de Voluntad Popular; pero el inefable capitán Cabello que días antes consideró el asalto fascista a la Asamblea Nacional como algo espontaneo, en un programa de televisión, donde hubo de ser entrevistado, tuvo el descaro , sin vergüenza alguna; y con actitud de juez, de decir: “Leopoldo López está preso y continuará preso, afirmación contumaz que hace suponer que la prisión arbitraria de Leopoldo López, a quien premeditadamente le fue tendida una maniobra para detenerlo, en la cual el referido burócrata militar jugo papel de iniciativa para hacerlo, no es ni va a ser objeto de consideración en las reuniones del dialogo, donde la mayoría sesgada al régimen es pública y notoria, lo que conlleva a preguntarnos:
¿Será lo dicho por cabello una orden de inexcusable cumplimiento?
¿Será capaz el TSJ de demostrar en forma ética y consecuente con su oficio que es un órgano independiente, no subordinado a las directrices del partido de gobierno?
¿Frente a la no posibilidad de la realización de un diálogo imparcial con paridad de integrantes y con coordinador neutral, dónde no se ha tomado en cuenta a la OEA, garante del ejercicio efectivo de la democracia como base del Estado de derecho en la región; y dada la calamitosa situación planteada, podría considerarse el deseo subyacente de la conformación de un Gran Frente Unitario de Oposición, donde sin discriminación participen todos los sectores que integran la vida nacional?
RAFAEL RODRÍGUE MUDARRA, Presidente URD, 1rodriguezmudarra@ gmail.net