De la Unidad nacional depende todo, por Ismael Garcia

De la Unidad nacional depende todo, por Ismael Garcia

La unidad nacional ha traído al país entre otras cosas, grandes logros y conquistas de espacios democráticos que le han devuelto a la ciudadanía, gobiernos regionales, municipales y locales, que trabajan en función de su gente, sin politiquería ni manipulación alguna, y lo más importante, apegados a la Constitución Nacional. No obstante, después del año 2001 cuando en Venezuela se impuso el camino democrático de la oposición, el gobierno nacional, quedó convertido en una minoría, y esto se profundizó en el año 2010, y recientemente, en el año 2015, con la contundente victoria de los candidatos de la MUD a la Asamblea Nacional.

Todos estos avances que hemos dado en materia democrática y de recuperación de espacios políticos y sociales, ha sido gracias al trabajo que hemos realizado en unidad y mancomunidad absoluta, aun a pesar de las divergencias que podamos tener, porque somos una organización plural, pero a la final siempre privan los intereses de país, que hacen que estemos sentados en una mesa por la democracia de Venezuela como prioridad absoluta.

Pues bien, hoy estamos frente a una situación de extrema tensión política, económica y social, que nos ha sentado en una Mesa de Diálogo con el gobierno nacional porque solicitamos como intermediario de esta negociación política a la Santa Sede, y ésta accedió por la paz y el progreso de Venezuela. Esto ha ocasionado una ola de críticas y de señalamientos malsanos por parte de factores radicales de ambas tendencias políticas, cuyo único propósito es desacreditar a la MUD, y desalentar al pueblo venezolano de todas las actuaciones que venimos dando de manera pacífica y constitucional para lograr un cambio del modelo político que hoy tiene Venezuela, porque esta es la única salida real a la grave crisis que hoy padecemos.

Sin renunciar a nuestros derechos hemos tratado de hacer una tregua en el camino para llegar a acuerdos favorables para el país, pero vemos que el gobierno nacional, lo que ha hecho es tirotear cualquier posibilidad de un cambio en el país, y con esta actitud lo que hace es profundizar aun más, el nivel de confrontación y de crisis política, económica y social que hoy maltrecha a Venezuela.

De hecho el propio comisionado del Vaticano para esta misión, Claudio María Celli, confesó con asombro que no sabía la magnitud de la grave situación por la que atraviesa Venezuela en materia política, económica, social y moral, y exhortó a Nicolás Maduro a dar señales rápidas para el cambio, alegando que para esto no se requieren tiempos bíblicos. Es decir, actuar rápidamente antes de que pueda ocurrir cualquier desenlace fatal para el pueblo venezolano.

Entonces y frente a este panorama que tenemos, si en algún momento de la historia política contemporánea que estamos viviendo, hoy es que se requiere de mayor unidad, no sólo de palabra sino de acción. Hay que tener muy claro que nadie de manera individual podrá sacarle provecho a esta situación, ni de un lado ni del otro. Por lo tanto, lo más importante que tenemos que preservar como verdaderos demócratas es la unidad, para dar paso al cambio tan exigido por el pueblo venezolano.

Nos hemos fijado un primer plazo para evaluar los avances o no del diálogo con el gobierno nacional, y para esta fecha Venezuela quiere respuesta del canal humanitario para solventar el grave problema de abastecimiento de medicinas que está cobrando la vida de miles de personas porque no consiguen medicamentos para atender sus problemas de salud; la liberación de los presos y perseguidos políticos; el respeto del gobierno a la Constitución Nacional, y por ende la activación del Referéndum Revocatorio contemplado en el artículo 72, y el adelanto de elecciones generales, incluso las del parlamento nacional que tenemos casi un año de haber sido electos de manera contundente por el pueblo. Sabemos que la salida a esta crisis no se resolverá con la solución de problemas inmediatos, sino con un cambio en el modelo político que hoy nos desgobierna.

Mi llamado es a unificar todos los propósitos, manejar todas las divergencias que tengamos de manera interna en la Mesa de la Unidad Democrática, para que podamos ir con un sola posición frente a las exigencias que hoy hacemos al gobierno, porque de lo contrario, el `pueblo venezolano no nos perdonaría a quienes tuvimos la oportunidad de lograr un cambio en el país, que se pierda esta lucha por protagonismos, por divisiones y por posiciones personalistas que pondrían en riesgo la estabilidad política, económica y social del país. Por lo tanto, de la unidad nacional depende todo. Unidad, Unidad y más Unidad.

 

Ismael García

Diputado a la Asamblea Nacional

PJ-Unidad Democrática

@ismaelprogreso

 

 

Exit mobile version