Hoy toda Venezuela volvió a escuchar con estupor cómo la Mesa de la Unidad Democrática claudica ante peticiones del Gobierno Bolivariano. Sin entrar en detalles, nos referimos única y exclusivamente a cómo están siendo llamados los presos políticos venezolanos en el diálogo entre partes.
“Personas detenidas”, seguramente a petición de Maduro & Co., es como el vocero de la Unidad en las conversaciones, el alcalde del municipio Sucre Carlos Ocariz, se refiere a los 108 – al 2 de noviembre – presos políticos que se mantienen en cárceles o con medidas sustitutivas de penas a lo largo de casi dos décadas de “revolución”.
Desde los hechos de abril del 2002, que “implicó la sentencia de tres comisarios y ocho policías metropolitanos, en un dudoso juicio, el más largo de la historia, en el que no se pudo comprobar la responsabilidad de los funcionarios“; pasando por el reciente caso del editor de Reporte Confidencial Braulio Jatar detenido por informar; llegando al más emblemático de todos, Leopoldo López, a quién se le dio una pena de más de 13 años por 43 personas fallecidas a manos de grupos irregulares por llamar a protestar en el marco de la Constitución, se cuentan en cientos quienes han sido privados de libertad de manera dudosa gracias a la dictadura… entendiendo dictadura como la falta de separación de poderes.
¿Qué son el resto de venezolanos afectados por la “revolución”?
¿Los asesinatos son “encuentros fortuitos con balas”?
¿El hambre que sufre la población es “dieta espontánea”?
¿La falta de medicinas es “ahorro de insumos”?
¿La emigración masiva son “turistas eternos”?