El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, aprobó en los últimos días recursos para planes sociales, denunció una “guerra económica” en su contra, fustigó a la oposición política y hasta habló por teléfono con su colega de Nicaragua, Daniel Ortega, reseña Reuters.
Por Corina Pons/Reuters
Nada habría llamado especialmente la atención, pero lo hizo desde una cabina de radio instalada en el Palacio Presidencial de Miraflores, desde donde, dos veces a la semana ha conducido en noviembre su programa de salsa.
Con las más de tres horas que dura “la hora de la salsa”, Maduro busca recuperar su alicaída popularidad apareciendo más en medios de comunicación.
Y no sólo Maduro. En días recientes, la primera dama, Cilia Flores, y algunos ministros dieron sus primeros pasos en “Radio Miraflores”, buscando reforzar aún más la presencia del Gobierno.
“Ahora vamos a bailar ¿ustedes nunca han visto una pareja bailando por radio? La van a ver hoy”, dijo Maduro con los auriculares puestos el día que empezó su programa, antes de ensayar unos pasos con su esposa en un baile transmitido por la televisión estatal y las redes sociales.
Las imágenes sirvieron de burla para elaborar memes y despertaron la crítica de muchos, que consideran inapropiado que el mandatario de un país que sufre una crónica escasez de alimentos y medicinas dedique varias horas de la semana a conducir en radio un programa musical.
“El programita de Maduro es como una burla. Debería tener un poquitico más de respeto por el pueblo venezolano. Él no es animador”, dijo el dos veces candidato presidencial y gobernador opositor Henrique Capriles.
Conexión
Analistas creen que Maduro intenta de esta forma conectar con los más pobres del país caribeño, que suelen desahogar sus pesares con música y baile.
“Me siento muy feliz. Yo (el programa) lo haría todos los días, de lunes a lunes (…) para cantar nuestras angustias, nuestros dolores, nuestros sueños y no sólo cantarlos sino bailarlos y gozarlos”, comentó Maduro la semana pasada.
El presidente conducirá, al menos, todos los martes su programa que será retransmitido por otras emisoras del país. Además, el mandatario mudó su programa semanal de televisión “En contacto con Maduro”, a los domingos, un horario que por años ocupó el fallecido presidente Hugo Chávez, con su popular “Aló Presidente”.
“Estamos en campaña y Maduro quiere conectarse con los más pobres quienes, a pesar de la crisis, siguen reuniéndose y escuchando música”, apuntó el investigador de medios Andrés Cañizalez, también vocero de un grupo académico crítico del Gobierno, que mide el tiempo que aparece el mandatario en televisión.
Según los cálculos de Monitoreo Ciudadano más recientes, antes de su programa radial, Maduro en promedio aparecía media hora diaria en transmisiones de radio y televisión, que supera la media diaria que ocupó Chávez en cadena.
Maduro, quien participó en sus años mozos en una banda de rock, apela ahora a sus conocimientos musicales para entreverar sus mensajes políticos. A su esposa le dedicó la canción “Besos brujos” y luego puso a sonar el tema “vagabundo” para criticar la gestión de Capriles como gobernador del estado Miranda.