Royal Caribbean no abrirá por ahora una ruta a Cuba tras triunfo de Trump

Royal Caribbean no abrirá por ahora una ruta a Cuba tras triunfo de Trump

Miami (EE.UU.), 11 nov (EFE).- El director ejecutivo de la compañía de cruceros Royal Caribbean, Michael Bayley, dijo hoy que tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de EE.UU. del martes pasado sus planes de abrir una ruta a Cuba deberán esperar.

“En mi opinión personal, debido a las elecciones del martes todo se va a ralentizar porque nadie sabe cuál va a ser el desarrollo de los acontecimientos. Así que todos (en los Gobiernos de EEUU y Cuba) han dejado de firmar permisos. Tenemos que esperar y ver”, dijo Bayley a una pregunta de Efe en una rueda de prensa ofrecida hoy en el barco Harmony of the seas.

“Cualquiera que sea el desenlace nos tendremos que adaptar”, indicó el máximo ejecutivo de la compañía de cruceros.





Royal Caribbean aguarda desde hace meses la aprobación gubernamental para poder iniciar rutas con escala en Cuba, logro que sí obtuvo su rival Carnival Cruises y que en mayo inauguró con el buque Adonia una ruta a la isla.

Bayley explicó que están acostumbrados a tratar con “todo tipo de situaciones” y recordó que la firma mantiene negocios en China y América Latina, Europa y Australia.

“Con el paso de los años los hemos acostumbrado a ver continuos cambios”, aseveró.

Manifestó que no renuncian a esta posibilidad, para la que tienen un “pequeño equipo, que cada vez se hace más pequeño, y cuya misión es tratar de averiguar cuándo” recibirán “los permisos y por parte de quién”.

“Cada semana recibimos un correo electrónico en el que se nos indica ‘Será mañana que recibiremos el permiso’ y ese mañana pasa y tenemos que esperar una semana más”, lamentó.

Bayley recordó que han gastado “mucho dinero” en actualizar un barco, el Empress of the seas, que desde hace un año está en el Caribe preparado para iniciar la ruta con Cuba. Ese barco, indicó, se adapta al puerto de La Habana y tiene en tamaño adecuado.

“En el momento que tengamos los permisos estamos listos”, dijo. “Hemos estado esperando mucho tiempo y seguimos esperando”, agregó.

El Harmony of the seas, el mayor barco crucero del mundo, inició la pasada semana sus salidas desde Fort Lauderdale y este jueves fueron inauguradas de manera oficial sus rutas desde el Puerto Everglades de esta ciudad.

El barco, que ofrece una amplia carta de servicios y última tecnología, es el nuevo rey de los mares al superar a los gemelos Oasis of the Seas y Allure of the Seas, también de Royal Caribbean, con 362 metros de largo, 65,7 metros de manga y un peso de 226.963 toneladas de registro bruto.

Con dos rutas programadas para los próximos meses, una por el Caribe occidental y la otra por el Caribe oriental, el Harmony of the seas hizo su viaje inaugural la primavera pasada y recorrió varios puertos europeos desde entonces para llegar ahora a la que será su “casa”, en el sur de Florida.

La llegada de Trump a la Presidencia de Estados Unidos ha suscitado interrogantes sobre cómo continuará el restablecimiento de relaciones diplomáticas y comerciales entre la potencia del norte y Cuba.

El presidente electo se pronunció durante su campaña contra el proceso iniciado por el actual inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, que llevó a la histórica restauración de las relaciones diplomáticas entre Washington y La Habana y a la progresiva flexibilización del embargo económico de EE.UU. contra Cuba.

A lo largo de las primarias, Trump fue el único aspirante republicano favorable al acercamiento a Cuba, pero ha endurecido su posición a medida que buscaba votos en Florida, y en un mitin en Miami prometió “dar marcha atrás a las órdenes ejecutivas de Obama hacia Cuba hasta que se restauren las libertades” en la isla.

Según explicó la semana pasada a Efe el experto Geoff Thale, director de programas de la Oficina de Washington para Latinoamérica (WOLA), cumplir esa promesa puede ser “muy difícil” y tener un “alto coste político”, dados los múltiples canales de cooperación que ya están activos y el creciente interés de las empresas estadounidenses en Cuba. EFE