José Luis Centeno: Pelón del G4 o cohecho 

José Luis Centeno: Pelón del G4 o cohecho 

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“Convivir en paz” está resultando embarazoso después del 12N, el único que recobró el sosiego, por obra y gracia de Primero Justicia, Avanzada Progresista, UNT y AD, ha sido el régimen, hasta las ojeras se le atenuaron a Nicolás, recobrando nuevos ánimos para seguir avasallando a los ciudadanos ansiosos de cambio, que en las turbias negociaciones fueron relegados a un peligroso papel de simples espectadores, volviendo en sí mismos aguijoneados por la desconfianza acrecentada por cinco acuerdos, los cuales vinieron a corroborar el desacierto de haberse sentado a dialogar con un régimen, que una vez más, hace alarde de su sagacidad en detrimento de nuestros derechos civiles y políticos.

La comprensión que exige el G4, donde se creen autosuficientes desde las posiciones de poder que compartirían con la dictadura, vendría a formar parte del embaucamiento tácito, por no decir cohecho, que de hecho lo es, del que fueron objeto, y que gustosos aceptaron, a ciegas, como reconocieron en relación al tema de los presos políticos, pues desconociendo su condición real y mostrando tan poco respeto por ellos revelaron la poca consideración que les merecen los reclamos del más de 80% de la población.





No se trata de debilitar a la MUD, eso es tarea del G4 apoyado por el régimen, circunstancia que procuran ocultar proscribiendo a todo aquel que ose emitir opinión en contrario, muchos de ellos en la lista de presos políticos que no saldrán en libertad; el punto es que existe un clamor popular que amenaza con dar al traste no sólo con el diálogo sino también con el guabineo utilizado desde la MUD para enfriar la agenda de calle, las discrepancias hechas públicas desde Voluntad Popular, Vente Venezuela, Causa R, así como por conotadas figuras de la vida nacional, lo sugieren tanto como el progresivo malestar de estudiantes y gremios con expectativas laborales y de servicio agraviadas, agrandando el porcentaje de quienes pasaron del descontento a la arrechera el pasado 12N.

Tampoco se trata de hacerle el juego al gobierno, en eso anda el G4 desde antes del 6D, es cuestión de admitir que, si hoy por hoy el régimen tiene posibilidades ciertas de continuar hasta el 2018, es porque Primero Justicia, Avanzada Progresista, UNT y AD se pusieron de espaldas al pueblo en un diálogo cuyo más notorio resultado es el grave cuestionamiento a la alianza opositora erigida como punto de encuentro para un cambio político en Venezuela, percepción que ha dado paso a una interpretación de la realidad que poco favorece a la eventual salida electoral anhelada por la mayoría de los venezolanos, el referendo revocatorio este año.

El RR, el juicio político a Nicolás, la determinación de su Responsabilidad Política o su destitución, la prolongación del mandato de la dictadura, serán sólo algunas de las frustraciones que enfrentaremos en un escenario político encrispado en el que se busca evitar la violencia echándole leña al fuego desde una mesa de diálogo en nada distinta a un garito de juego, donde los concurrentes fueron a jugarse su suerte, incluido el Vaticano, y no la de la inmensa mayoría de los venezolanos. El 6D llegará esta vez portando desencuentros irreconciliables por la falta de resultados concretos y contundentes respecto a la grave crisis del país, carencia que no la suplirá la liberación de un selecto grupo de presos políticos, no todos; después de eso el camino para recuperar el hilo constitucional será tan incierto como los efectos de la desmovilización del país democrático a manos de los negociadores de la MUD.

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