Cuba tiene en marcha un proceso de recuperación de sus afamadas playas que incluye el uso de varios tipos de peces que contribuyen a crear y mantener la arena en las zonas del litoral y las dunas para así frenar la erosión de la costa.
Las especies que se están potenciando en áreas costeras de la isla como el sur de la provincia de Sancti Spíritus son el pez loro, de la familia Scaridae, y el barbero (Acanthurus coeruleus), según declaró a la Agencia Cubana de Noticias el jefe de la Unidad de Medio Ambiente del Ministerio cubano de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (CITMA), Néstor Álvarez.
Esos peces contribuyen a crear sedimento arenoso y ayudan a mantener la salud de los arrecifes de coral, que son fundamentales en la protección de las costas ante eventos meteorológicos severos, explicó el experto.
El fomento de esas especies se lleva a cabo ahora en uno de los puntos con más atractivo turístico de la isla, la península Ancón, donde se encuentra una de las mejores dunas del país y que forma parte de un proyecto nacional de recuperación de playas para atraer más visitantes.
Álvarez precisó que por el momento esas zonas están en buen estado gracias a los programas de preservación costera que lleva a cabo el CITMA, y destacó el empleo de una herramienta que mediante parámetros de medición y morfología permite conocer el estado y los cambios de las playas, lo que facilita la recuperación de las dunas.
Además, recordó que frente a la erosión también es posible emplear la alimentación artificial de arena, algo que ya se ha hecho en otros polos turísticos de Cuba como los balnearios de Varadero, Jardines del Rey y las Playas del Este, en La Habana.
El mantenimiento de sus paradisíacas playas es clave para Cuba, dado que es uno de los principales atractivos que ofrece la isla para atraer el turismo, una industria que representa la segunda fuente de ingresos para el país, solo por detrás de la exportación de servicios profesionales. EFE