El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, anunció que firmará un decreto de emergencia nacional ante la próxima llegada al país del huracán Otto y además ordenó el cierre de las instituciones públicas el jueves y el viernes.
EFE
“Este fenómeno afectará seriamente una buena parte del territorio nacional. El Gobierno decretará emergencia nacional y se amplía la alerta roja”, declaró en una conferencia de prensa el presidente Solís.
La declaración de emergencia sirve para agilizar procesos burocráticos para la utilización de recursos humanos, técnicos y monetarios con el fin de hacer frente a los efectos del huracán.
Hay una alerta roja vigente para el Caribe y la zona norte (frontera con Nicaragua), la cual fue ampliada hoy a toda la provincia de Puntarenas (Pacífico central y sur) y el cantón de Pérez Zeledón (sur), en la provincia de San José.
Se mantiene la alerta amarilla para el centro del país, donde se encuentran las principales ciudades y la capital, San José, así como la provincia de Guanacaste (Pacífico norte).
Sin embargo, la alerta roja podría ser ampliada mañana a Guanacaste, pues se prevé que el fenómeno saldrá por allí al Océano Pacífico en forma de tormenta tropical el viernes, dijo el director del Instituto Meteorológico Nacional (IMN), Juan Carlos Fallas.
El pronóstico indica que el centro del huracán, ubicado actualmente a unos 250 kilómetros al este de Limón (Caribe), tocará tierra en la costa del Caribe de Costa Rica y Nicaragua este jueves a eso del medio día, pero los efectos se sentirán desde horas antes casi en todo el territorio costarricense, pues la nubosidad del fenómeno tiene un diámetro de 255 kilómetros.
El huracán se internará en tierra y atravesará parte de Costa Rica y Nicaragua durante unas 24 horas hasta salir al Pacífico el viernes, previsiblemente como tormenta tropical.
El presidente Solís también decretó el cierre de las instituciones públicas para el jueves y el viernes, con excepción de los entes de atención primaria de emergencias como hospitales y la Policía.
“Estos funcionarios públicos están al servicio del país y apelo a su excelencia profesional para que se pongan al servicio de Costa Rica en este momento. Este es un fenómeno inédito que requiere de la excelencia en el cuidado de nuestra gente”, afirmó Solís.
Los datos de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE) indican que hay 214 comunidades afectadas por lluvias, 21 de ellas asiladas, 1.183 viviendas dañadas por inundaciones en el sur y el Caribe, 32 tramos de carretera y dos diques con daños.
Además se han habilitado hasta el momento 18 albergues en los que se encuentran 1.335 personas, cifra que irá aumentando, dijo el presidente de la CNE, Iván Brenes.
Las autoridades policiales lograron hoy con éxito la evacuación de la zona de primer impacto del huracán en el Caribe norte del país, en las comunidades de Isla Calero, Barra de Parismina, Barra del Colorado, Tortuguero y Pacuare, en las cuales habitan cerca de 4.000 personas.
Las clases están suspendidas desde hoy en todo el país y en las próximas horas las autoridades decidirán si se cierran los aeropuertos.
Esta será la primera vez en la historia que un huracán impactará de forma directa a Costa Rica, un pequeño país centroamericano que por su posición geográfica solo suele recibir efectos indirectos de estos fenómenos.