Lapatilla
noviembre 23 2016, 11:13 am
Un ‘aerosaurio’ y su piloto. La artista intenta demostrar el vínculo leal existente entre los humanos y las máquinas que, según ella, son más que “metal y tuercas”.
Alice Bruderer, una artista gráfica estadounidense especializada en diseño industrial y conceptual de automóviles, hay creado una serie de ilustraciones en donde a partir de tanques, aviones y armamento, algunos de ellos de origen ruso y soviético, da vida a criaturas fantásticas. Sus monstruos biomecánicos, se caracterizan por el cuidado en sus detalles, sus colores y la gran creatividad.
Este ‘aerosaurio’ combina el diseño del famoso avión de ataque soviético Ilyushin Il-2 de la Segunda Guerra Mundial.
Dos aviones F-5 Freedom Fighter/Tiger II estadounidenses trasformados en una especie de dragones con garras y filosos dientes.
Esta bestia lanzamisiles combina el diseño del caza supersónico estadounidense Grumman F-14 Tomcat.
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El bombardero alemán Junkers Ju 87, de la Segunda Guerra Mundial, sirvió como inspiración para este ‘aerosaurio’.
Este reptil volador basa su estructura en el avión experimental no tripulado NASA X-43, capaz de volar a velocidades cercanas a los 11.000 kilómetros por hora.
Estos tres reptiles voladores biomecánicos están inspirados en tres bombarderos rusos. De izquierda a derecha, el Su-33, Su-34 y el Su-47.
Esta espacie de reptil de nombre Vala está basado en el vehículo blindado de combate alemán SdKfz 234, muy popular durante la Segunda Guerra Mundial.
El submarino biomecánico Zenzi, basado en el sumergible alemán monocasco tipo VII utilizado durante la Segunda Guerra Mundial.
Esta criatura dentada y de cuatro cabezas hace alusión al tanque soviético T-35 de principios de la Segunda Guerra Mundial.
Este monstruo llamado Samo combina las garras y el tamaño de un dragón con el fuselaje del bombardero ruso Túpolev Tu-22M.