Luego de una visita en el portón de Ferrominera, el diputado a la Asamblea Nacional por el estado Bolívar, José Prat, manifestó su solidaridad con los trabajadores que se mantienen en huelga reclamando pacíficamente sus beneficios contemplados en contrato colectivo, responsabilizando al gobierno por la protesta iniciada hace más de una semana, en vista de la deuda millonaria para con las familias de los ferromineros.
Nota de prensa
“El gobierno es el único responsable de que Ferrominera tenga una semana paralizada, porque se ha negado a sentarse a discutir, lo que quiere es que, acostumbrado a sindicatos patronales, este sindicato no diga ni reclamen nada. El gobierno le adeuda a los trabajadores todo el año en comisariato, que no es dinero sino que deberían ser productos de la canasta básica, eso es parte del contrato colectivo de Ferrominera de toda la vida. No han cancelado nada de eso, ni productos ni dinero. Eso es una cantidad de dinero importante, el año pasado fueron 600 mil bolívares por un año, quién sabe cuánto será el monto de este año”, expuso el diputado de La Causa R.
A las deudas se agregan las prestaciones, aguinaldos, calculados a sueldo viejo, haciendo hincapié de que se trata de pagos que son para beneficio de las familias de los trabajadores, como el caso de los juguetes para los hijos.
“Muchos de los temas que se reclaman en el contrato colectivo tienen que ver con el dinero para las familias y el gobierno no quiere reconocerlo. Tenemos un gobierno que adeuda toda esta cantidad de beneficios y pareciera que no quisiera que el trabajador reclamara sus derechos”, agrega Prat.
El parlamentario reconoce la protesta pacífica de los ferromineros, por tratarse de un derecho consagrado en la Constitución, y que no debe ser satanizada por ningún ente del gobierno.
No obstante, señala con preocupación las amenazas para con los empleados que protestan. Se manejan 14 presuntas calificaciones de despido para los directivos del sindicato de Ferrominera y sanciones a algunos trabajadores. “Buscan por medio del amedrentamiento romper con la huelga. El gobierno, con su visión militarista, se ha negado completamente a reunirse con los trabajadores, algo que en términos democráticos y en asuntos laborales, donde el sindicato, directiva de la empresa, asesores legales se sientan en una mesa y discuten términos y acuerdos, es completamente normal”.
Por otra parte, cuestiona la contradicción del gobierno al calificar a Nicolás Maduro como un “presidente obrero”, por haber sido dirigente sindical, sustentándose en que en la actualidad “este señor se olvida de sus orígenes, se niega a escuchar a la clase obrera, esta gente perdió el rumbo, no tienen intención de rectificar”.
El diputado hizo un llamado a resto de dirigencia sindical para acompañar a trabajadores de Ferrominera en estos reclamos, recordando que además del incumplimiento de beneficios laborales, otro punto que terminó forzando la protesta es la suspensión de las elecciones sindicales. Advierte que se trataría de una estrategia del gobierno, para evitar futuras discusiones de cláusulas de contrato colectivo, alegando no poder discutir con un sindicato cuyo período está vencido.