La Policía de la localidad fronteriza de McAllen (Texas) ha repartido hoy lotes de pavos cocinados a más de 200 familias necesitadas, que viven en la frontera sur de EE.UU. con México, para celebrar el día de Acción de Gracias.
EFE
Según recogen los medios locales, las familias fueron elegidas por el distrito escolar local y los mismos agentes de policía, que identificaron la necesidad de estas personas durante sus patrullas habituales en las últimas semanas.
Así, por duodécimo año consecutivo, más de 200 familias en situación precaria recogieron delante de la comisaría local bolsas con un pavo relleno, puré de papas (patatas) y salsa de arándanos, los platos y condimentos típicos de esta conocida celebración.
“Para estas familias, esta será su comida de Acción de Gracias”, dijo a los medios locales el jefe de la Policía de McAllen, Víctor Rodríguez, quién agradeció el esfuerzo de todos los voluntarios que participaron en el acto.
Según la Federación Nacional del Pavo, que estima que en 2015 se consumieron 46 millones de esas aves durante esta fiesta en todo el país, casi el 88 % de los estadounidenses come esa carne en Acción de Gracias.
El presidente Abraham Lincoln (1861-1865) estableció la festividad de “Thanksgiving” (Acción de Gracias) para conmemorar la celebración con la que los colonos británicos que llegaron al país a bordo del “Mayflower”, en 1620, quisieron dar gracias a Dios por su buena cosecha después de un duro invierno.
En 1789, cuando George Washington fue designado primer presidente de EE.UU., eligió el 26 de noviembre como día oficial de Acción de Gracias, pero en 1863 Lincoln estableció como fecha definitiva el último jueves de noviembre.
Desde entonces, se ha convertido en la fiesta más popular del año que comparten todos los estadounidenses, sean de la religión que sean.