Zimbabue lanzó este lunes su nueva moneda para intentar hacer frente a una dramática falta de liquidez que asfixia su economía, pese a la reticencia de su población, traumatizada aún por la hiperinflación de los años 2000.
Indexados al dólar estadounidense, estos primeros “bonos de obligación”, según su denominación oficial, de 2 y 5 dólares, aparecieron al fin en las calles de la capital, Harare.
Pero incluso ajustados a la divisa norteamericana, estas piezas y billetes emitidos por el banco central fueron recibidos con desconfianza tanto por los comerciantes como por sus clientes.
“Voy a aceptar los pagos en ‘bonos de obligación’ pero me pregunto qué hago con ellos si luego algunos comercios me los rechazan” se preguntaba, inquieto, un chófer de taxi, Lewis Mapira.
El gobierno adoptó el dólar y el rand sudafricano en 2009, tras una vertiginosa inflación que llegó al 500.000.000.000 (quinientos mil millones) por ciento, y que hizo perder todo su valor al dólar zimbabuense.
Pero hoy el ejecutivo tiene pocos dólares, y por eso decidió, en septiembre, lanzar esta nueva moneda.
Según el gobernador del banco central, John Mangudya, serán emitidos antes de fin de año bajo forma de “bonos de obligaciones” el equivalente a 75 millones de dólares.
El anuncio del lanzamiento de esta nueva moneda provocó en las últimas semanas un movimiento de pánico de la población, que acudió en masa a los cajeros para retirar dólares, por temor a un retorno de la hiperinflación.
Zimbabue está gobernado con mano de hierro por Robert Mugabe, de 92 años, desde 1980.
Cerca de las tres cuartas partes de sus 16 millones de habitantes viven hoy bajo el umbral de la pobreza. El 90% de la población activa no tiene empleo formal.
En los últimos meses han proliferado las protestas contra el gobierno de Mugabe, así como las movilizaciones y las pancartas contra los “bonos”, en manifestaciones que son siempre duramente reprimidas por la policía.
– Tratar los síntomas –
Con el lanzamiento de la nueva divisa, todos temen el castigo a través del mercado negro y un derrumbe de los “bonos de obligación” respecto al dólar.
“Nos dan ‘bonos de obligación’ porque ya no nos pueden dar verdaderos dólares”, se quejaba Lovemore Chitongo, de 40 años, vendedor de zapatos. “No hay la menor posibilidad de que esta moneda conserve su equivalencia con el dólar”, aseguraba.
El mismo vendedor admitía discretamente que exigía el equivalente a 25 dólares de la nueva moneda por un par de zapatos, contra solamente 20 dólares en verdaderos billetes verdes.
Tanto expertos como opositores critican con dureza la política de las autoridades.
“El gobierno solamente trata los síntomas y no el corazón de los problemas, lo que no resuelve nada”, se lamenta Antony Hawkins, economista en la universidad de Zimbabue.
En los últimos años los inversores se han retirado a causa de la corrupción en este país africano, sumido en una grave crisis económica, y que ha endurecido las leyes para los inversores extranjeros, obligando a las compañías a vender una mayoría de control a locales.
En los últimos tres años, al menos 4.600 empresas han cerrado, según datos del banco central citados por la agencia Bloomberg News.
AFP