Haciendo un balance de la realidad en el campo venezolano y en la producción nacional, las cifras son realmente alarmantes y los rubros de las industrias alimenticias están en rojo, rojito, por lo que es imperante poner en funcionamiento como prioridad de política nacional, el funcionamiento del sector agroproductivo. No obstante, de seguir el gobierno de Nicolás Maduro con su politiquería y manipulación al respecto, los pronósticos son realmente fatales para el país, y no es que quiera ser pesimista, pero lo que se está viviendo en estos momentos es realmente dantesco y desalentador.
Es por ello y preocupados por el futuro agroalimentario del país, desde la Asamblea Nacional, hemos impulsado el Proyecto de Ley de Producción, como un camino viable para la recuperación y desarrollo del sector en términos de eficiencia, garantizando y dando confiabilidad a que los empresarios vuelvan a producir en Venezuela, y aunque sabemos que los antecedentes de expropiación de más de 5 millones de hectáreas productivas, la persecución, el chantaje y medidas judiciales inadecuadas, ponen a dudar a cualquiera, sí se puede revertir esta triste realidad si hay voluntad política para llevar a feliz términos estas normativas.
Por lo menos en el artículo 53 de este proyecto de Ley, se habla de resarcir todas las expropiaciones que ha hecho el gobierno venezolano a las industrias y tierras productivas, con el objeto de dar la oportunidad a los verdaderos conocedores del sector agroalimentario, de impulsar nuevamente su actividad, por supuesto, con un trato especial y con el otorgamiento de créditos blandos y de divisas para su fortalecimiento. Además sería una manera de reivindicarlos frente a la historia y la sociedad, porque fueron abusados y ultrajados por una revolución barbárica que se ha llevado todo a su paso.
Para Venezuela es una necesidad la aprobación de una nueva Ley de Producción Nacional, en virtud de que este gobierno no ha entendido que el modelo del Socialismo del Siglo XXI del que tanto hacen alarde, y al cual le han sacado tanto provecho para sus cúpulas, fracasó y la muestra más palpable de este retroceso histórico es la realidad del sector agroalimentaria donde todos los rubros de producción están en rojo.
Por lo tanto, la puesta en práctica de esta ley sí revolucionará la producción nacional, pero de antemano sabemos que no la podremos poner en práctica hasta en Venezuela exista un nuevo gobierno apegado a la Constitución Nacional y no como éste que actúa como impulso como los animales salvajes por retaliación, sin importar siquiera la alimentación de su pueblo. Y producto de estas políticas impropias es que hoy padecemos de la peor hambruna jamás experimentada en nuestro país.
Es menester poner toda la cadena agroproductora a funcionar en cada uno de sus niveles, para así garantizar alimentos hecho en Venezuela para nuestro pueblo, y darle un zarpazo al desabastecimiento y a la escasez, que son los platos fuertes que ha traído Nicolás Maduro a nuestras mesas.
Andrés Eloy Camejo
Diputado a la Asamblea Nacional
Acción Democrática
@AndresECE