Para muchos puede ser un día de descontrol, para otros un momento en el cual se disfruta de todo aquello que no se incluye dentro del régimen de alimentación diario. Lo cierto, es que el “cheatmeal” o “comida trampa” es ese momento en el cual está permitido comer todo lo que no está incluido en la dieta. Puede ser semanal, quincenal o mensual y, por lo general, esos “permitidos” suelen ser alimentos con un nivel calórico elevado, reseña Infobae.
No obstante, este método tiene miles de seguidores que afirman que los ayuda a sostener dietas con un hipocalóricas. De esta forma, comer lo prohibido, produce en ellos un efecto que los motiva e incentiva a continuar y cumplir con sus metas.
La especialista en nutrición, Mónica Katz, explicó que este sistema no sirve y que además afecta la salud. “Hay evidencia científica en animales y en humanos que demuestran que si se consume comida rica en exceso, por un período de tiempo corto, se genera más deseo y descontrol por ese producto”.
Según Katz, hay mucha gente que está sometida a dietas de hambre. “Te sacan todo lo que te gusta, lo preferido, lo que comías desde chico. Lamentablemente esto no es nuevo, es una propuesta terapéutica del siglo xx, lo que pasa es que todo se refrita”.
Por supuesto que todo hábito bien llevado y sin excesos, es perfectamente normal. Pero la moda fit está empujando a muchas personas a obsesionarse con comer sano y a padecer ortorexia, un trastorno de la alimentación que afecta a 2 de cada 10 personas.
“No está mal tener una dieta saludable, de hecho es todo lo que queremos. El tema es que vos empezás por eso y después el límite con la obsesión se vuelve bastante difuso. No poder compartir el menú con tus amigos o llevarte la comida en un tupper como si fueras diferente y no pertenecieras, son algunos indicadores a los que hay que prestar atención”.
Por eso, siempre que se decida comenzar una dieta hay que tener cuidado con toda la información que circula por redes sociales, ya que hay mucha desinformación por parte de quién publica recomendaciones.
“La único que podés tener en cuenta es la práctica basada en evidencia científica. Lo que sucede es que la gente busca la magia y lo pintoresco. Por eso hay que tener especial cuidado y ver quién lo dice y qué formación tiene, porque cuando hay evidencia en contra de algo,uno no lo puede transformar en una recomendación”, explica Katz.