La dirigencia política actual, a través de la negación de la realidad, le ha facilitado todas las vías desde el comienzo a un régimen tiránico que se convirtió en dictadura; hasta hace un poco tiempo los propios dirigentes políticos no se atrevían a calificarla de dictadura.
Actualmente han convertido este “diálogo” en una capitulación: un rendición incondicional que ha hecho esta oposición oficial, en donde ninguno de los líderes de sus tres partidos que llevaron a ese proceso a considerado siquiera oportuno explicarle a los venezolanos cómo nos comprometido en la rendición de principios constitucionales a través de este vergonzo acuerdo.
Y, por si esto fuera poco, hemos llegado a un momento donde muchos de estos líderes piensan que su compromiso es con El Vaticano y no con los venezolanos que llevan 18 años sufriendo esta tragedia, por lo que no pueden esconderse bajo el pretexto de que mientras esté El Vaticano nosotros estamos involucrados en una rendición incondicional.