Lapatilla
El castrador
Yo no puedo estar entristecido
por la muerte de Castro, tan tardía,
ni puede ella causarme alegría
pues vive su maldad, no se ha ido.
Al contrario un orate enardecido
se encargó de regarla en Venezuela,
creando una tragedia de novela
que al país lo ha dejado desvalido.
Mi mensaje no es de desaliento.
El tiempo que vivimos es de ‘adviento’
y todo él son símbolos y signos
mensaje en lenguaje cabalístico
el mismo idioma del mensaje bíblico;
y yo interpreto que se fue ‘el maligno’.
Oswaldo Páez-Pumar