Los cancilleres de Brasil, José Serra, y Argentina, Susana Malcorra, coincidieron hoy en que el Mercosur debe abrirse al mundo y expandir sus horizontes comerciales, pero hacerlo por ahora sin Venezuela, que ha sido “cesada” del bloque.
“Lo de Venezuela no es una suspensión. Es una cesación de su participación en el Mercosur”, según han acordado Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay debido a que ese país no se adaptó a la normativa del bloque cuatro años después de iniciado su proceso de adhesión, explicó Malcorra en una rueda de prensa junto a Serra en Brasilia.
Malcorra apuntó, sin embargo, que las cuatro naciones fundadoras del Mercosur mantienen la “esperanza de que Venezuela se adecúe lo antes posible (a la normativa del bloque) y que, cuando se corrobore su nivel de compromiso, vuelva” a ser miembro.
Aún así, subrayó que “uno no puede ser socio de un club y tener derechos de acceso sin ajustarse a las obligaciones”.
En relación a los próximos meses, consideró que el Mercosur debe intentar acelerar las negociaciones para un acuerdo comercial con la Unión Europea (UE), sobre todo por el escenario propicio que plantea la decisión del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, de ponerle freno a los acuerdos bilaterales que negocia su país.
“La llegada de Trump puede interrumpir las negociaciones entre Estados Unidos y la UE y queremos aprovechar la oportunidad para mover la agenda del Mercosur lo más rápido posible”, indicó la ministra.
En ese sentido, explicó que los cancilleres de los países del Mercosur, sin Venezuela, se reunirán la semana próxima para comenzar a debatir el plan de acción del primer semestre de 2017.
En ese período, Argentina ejercerá la presidencia rotativa del bloque, que asumirá el próximo 1 de enero sin que se celebre la tradicional cumbre de presidentes.
Malcorra subrayó que la prioridad serán las negociaciones con la UE, pero aclaró que el Mercosur se propone explorar la posibilidad de discutir otros acuerdos comerciales con “mercados en desarrollo”, que no precisó, a fin de “abrirse al mundo”.
Serra, en su turno, indicó que será creada una comisión binacional entre Brasil y Argentina que analizará las barreras que persisten en el comercio entre ambos países, a fin de analizar las alternativas que existen para derrumbarlas y hacer extensivos los resultados a los otros miembros plenos del Mercosur.
Otro proyecto que Malcorra adelantó que tendrá especial atención a partir de la presidencia semestral de Argentina será la llamada “hidrovía del Mercosur”, que intentará aprovechar el potencial de las cuencas de los ríos Paraná y Paraguay, que tocan los cuatro países del bloque y se entroncan con Bolivia.
“Los mecanismos de integración son múltiples y uno de ellos es la infraestructura”, en la que el sistema fluvial “es fundamental” para los cuatro países, que pueden multiplicar su comercio valiéndose de los ríos, indicó Malcorra.
Según ambos cancilleres, la construcción de canales navegables de gran calado en las cuencas de los ríos Paraná y Paraguay llevaría el comercio fluvial en el Mercosur de las 17 millones de toneladas de hoy a unas 50 millones de toneladas en menos de una década.
“Claro que eso requiere inversiones” y “controles”, porque “la hidrovía puede servir para traficar lo bueno y traficar lo malo”, alertó la ministra argentina, quien indicó que también conversó con Serra sobre la necesidad de reforzar la seguridad en las fronteras.
En el marco de la que ha sido su primera visita oficial a Brasil, Malcorra fue recibida por el presidente Michel Temer, con quien pasó revista, según dijo, a “toda la agenda” bilateral y regional, y hubo una plena coincidencia en el sentido de “apostar en el Mercosur”, pero “en un Mercosur más abierto al mundo”.
Malcorra indicó que también analizaron posibles fechas para una visita que el presidente argentino, Mauricio Macri, tiene previsto hacer a Brasil a inicios del año próximo, la cual señaló que podría concretarse durante febrero. EFE