La decisión más importante a la que nos enfrentamos las personas corrientes ante el armario es qué nos pondremos al día siguiente. Pero la sencilla elección de un traje o de otro, de una joya o de otra, no tiene la misma trascendencia para todos, reseña Hola.
Para la realeza el asunto es mucho más serio y no se trata jamás de un acto reflejo ni siquiera de una mera cuestión de moda o de ánimo escoger una percha u otra en ocasiones tan relevantes como la de anoche, la recepción diplomática anual. Así que, como corresponde a una de las fechas del calendario real más señaladas, todos los miembros de la Familia Real británica brillaron con sus mejores galas.
El príncipe Guillermo y la Duquesa de Cambridge hacían una preciosa pareja a la izquierda de la Reina. La Duquesa, siempre diplomática en el vestir, volvió a enarbolar la bandera de la moda británica con el vestido hecho a medida de Jenny Packham que estrenó el año pasado en el banquete de Estado en honor al Presidente de China y la diadema Cambridge Lover´s Knot, que era una de las favoritas de la Princesa de Gales.
Los observadores reales estaban particularmente emocionados de ver a la esposa del príncipe Guillermo con su tiara, en la quinta ocasión en la que aparecía coronada desde su boda real. En la recepción del año pasado, optó por ponerse la misma pieza, que llegó a las manos de la querida princesa Diana como regalo de bodas de la reina Isabel en 1981.