El mandatario venezolano Nicolás Maduro como por igual los miembros de su gabinete insisten en una estrategia de distracción de los grandes males del país al culpar reiteradamente a las autoridades norteamericanas de las vicisitudes por las cuales atraviesan los venezolanos.
Por Manuel Corao
La realidad es otra; las calamidades que padecen los ciudadanos en la nación sudamericana son consecuencia de indebidas políticas aplicadas por el ente gubernamental al dilapidar inconmensurables recursos económicos provenientes de insumos energéticos en actividades externas de orden ideológico y hechos de corrupción.
Pdvsa ahora mas que nunca de acuerdo a evaluaciones profesionales en el área de productividad se encuentra incapacitada de cumplir con la meta marcada en los días previos a la reunión de Argel donde se decidió disminuir el ascenso hasta la boca de yacimiento.
Venezuela bien hubiese podido beneficiarse de ese encuentro tomando en cuenta la hambruna por la cual pasa la población, de haber contado con instalaciones petroleras con capacidad de producir la cuota asignada por la OPEP en su última reunión de Viena a las naciones miembros.
Irán y Nigeria hicieron valer en Africa la realidad social reinante en sus naciones para lograr preferencias que lejos de disminuir su capacidad de procesamiento lograron beneficiarse del aumento que significa los nuevos topes que repercuten en el marcaje del barril por la libre oferta y demanda de energéticos en el mundo.
Nada de guerra económica por parte de los norteamericanos como irresponsablemente expone Maduro Moros y su entorno. Los procesadores de productos aguas abajo del norte hoy son los únicos clientes que pagan puntualmente los bienes energéticos adquiridos.
Para conocer con propiedad la realidad energética traigo a ustedes algunos puntos del informe elaborado por el Centro de Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, compaginado por los investigadores Igor Hernandez y Francisco Monaldi dado a conocer este mes de noviembre, el cual como su nombre lo indica en inglés es un informe financiero y operacional de la situación actual de colapso a través del tiempo de la matriz petrolera.
Luego de leer lo recopilado por Hernández y Monaldi conoceremos los desaciertos tecnológicos, y el delincuencial manejo monetario de la industria. Por ello será muy poco con lo que Venezuela podrá beneficiase del aumento por no estar la capacidad instalada como la encontraron los rojos en el mil novecientos noventa y nueve.
Los últimos cinco años- 2010-2015 la industria ha reducido su producción acumulada a razón de doscientos cincuenta y tres mil barriles por día.
Desde mil novecientos noventa y nueve la cesta venezolana ha estado en ascenso de precios hasta ubicarse por encima de los cien dólares. Desde el 2014 hasta la actualidad, los montos han descendido. Aún cuando observemos un incremento no será suficiente ya que la industria continuará su baja operatividad perdiéndose Venezuela oportunidades de negocios.
Unido al esfuerzo por la recuperación del barril , se deben implementar políticas macros que con anterioridad expertos en crecimiento sostenido han señalado. A continuación les traigo parte del escrito publicado el 16 de mayo del 2010 por el progresista Aurelio Useche K, quien en sencillas palabras le ofrece al gobierno la solución que con tanto afán buscan.
“El Gobierno insiste en que la causa de la inflación es la especulación. Esta surge por el cambio acelerado de los precios y no al revés. Es decir la especulación no incide en el cambio de los precios. Si hay estabilidad en los precios, no hay especulación. No tiene sentido alguno, entonces, perseguir a la subida de los precios por sus consecuencias.
No existe mejor control inflacionario en una economía, que aquel en el cual se permite, la fluctuación libre de los precios y pueda el mercado decidir acerca de la producción y el consumo. Una reforma monetaria, si no forma parte de una política económica, que tenga como objetivo central el crecimiento económico con estabilidad de precios, terminará siendo una gran frustración.”
Si los funcionarios electos en Venezuela no están dispuestos a escuchar a quienes han solucionado en paz los problemas que en materia de organización y desarrollo ha confrontado el país; entonces tendrán que partir del poder por las aspiraciones dictatoriales que el pueblo rechaza.