El presidente electo Donald Trump dijo este viernes que quiere que se construyan más refinerías de petróleo en Estados Unidos, y prometió que acabará con las “restricciones aniquiladoras de empleos” que están sofocando el sector energético.
EFE
El magnate también lanzó una advertencia velada a los rivales de Estados Unidos de todo el mundo, al declarar que está preparado para lanzar la producción militar estadounidense para mantenerse en la senda de países como China, que está modernizando rápidamente sus fuerzas armadas.
Trump hizo estas declaraciones en Baton Rouge, en el estado sureño de Luisiana, uno de los principales pozos de petróleo del país, en una de las escalas de su “gira de la victoria” tras su victoria el mes pasado en la elección presidencial.
Cuando asuma el cargo, en enero, su gobierno “eliminará cada una de las ineficientes normas que reduce la capacidad de nuestros trabajadores y nuestras empresas para competir”, aseguró el magnate inmobiliario.
“Cancelaremos las restricciones aniquiladoras de empleos a la producción de energía estadounidense, incluyendo el esquisto, el petróleo, el gas natural y el carbón limpio”, dijo ante las aclamaciones de sus partidarios.
“No hemos construido ninguna refinería en décadas, ¿verdad? Vamos a construir refinerías, ¿de acuerdo, amigos?”, animó ante la multitud, destacando la importancia de la industria energética en Luisiana.
Trump se ha referido a China en varias ocasiones como un rival económico y comercial, pero el viernes sugirió que Estados Unidos necesitaría “construir las fuerzas armadas más potentes que jamás hayamos tenido” para mantener su ventaja competitiva.
“Creo en la paz por la fuerza”, dijo Trump.
“Si miran lo que está ocurriendo en China, si miran lo que está pasando en muchos otros países, no están aflojando”, aseguró Trump.
“Y si ellos no aflojan, nosotros tampoco, ¿de acuerdo?”.
El presidente electo irritó hace poco a Pekín, al acusar a China de “construir un complejo militar masivo en medio del Mar de China Meridional”.
Baton Rouge fue la cuarta parada de esta gira de Trump desde su victoria el 8 de noviembre.