El hijo de Betty Grossi, Isaac García, denunció que no le han permitido ver a su madre en El Helicoide desde que ella empezó la huelga de hambre hace casi diez días y que al mismo tiempo no conoce su estado de salud.
Nota de Prensa
“Solo sé que está grave, pero no me han dado detalles”, revela el joven de 20 años, quien denunció el caso ante la Defensoría del Pueblo, pero no le dieron respuesta.
Grossi fue detenida el 27 de agosto de 2015 cuando funcionarios del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional (Sebin) fueron hasta a su casa y la esposaron alegando que era “terrorista por financiamiento a paramilitares”.
No obstante, su único salario era el que obtenía como profesora de arte e historia en dos colegios. García comenta que ni él o su hermano de 14 años pudieron ver a su madre los primeros cuatro meses de detención. “Aunque ahora el sistema de visitas es un poco más regular, siempre es aleatorio. Nunca sabes qué puede pasar”, agregó.
García lamentó el estado de salud de su madre ya que ha sido víctima de diferentes tipo de torturas. “Una vez me contó que la encerraron en un cuarto aislada sin acceso a baño, comida o medicinas básicas”. Grossi, quien tiene 50 años, es asmática y su hijo confiesa estar preocupado porque sabe que ella ha tenido varios problemas de salud debido a las condiciones en las que se encuentra recluida y porque no ha recibido el tratamiento óptimo.
Igualmente, exigió a las autoridades que se hiciera un juicio justo y correspondiente. “Fue apenas hace medio mes que se inició el juicio. En este año y 5 meses han sido innumerables las audiencias diferidas”, concluyó.