Un viejo refrán nos recuerda que antes se agarra al mentiroso que al cojo. Este gobierno que tenemos es mentiroso a rabiar pero hay que reconocer que también cojea lo cual lo hace más vulnerable ante la opinión pública nacional e internacional.
La medida anunciada respecto a la sustitución del billete de 100 bolívares y las razones ofrecidas son típicas de una novela de ficción. Si revisamos la información del propio Banco Central de Venezuela BCV sobre la circulación de estos billetes comprobamos la gran contradicción con el anuncio oficial que habla de una conspiración del Departamento del Tesoro de EEUU en combinación con unas ONG mafiosas cuyo objetivo es destruir nuestra moneda.
Miren en el 2008 primer año de la reconversión monetaria el cono consistía de 42.9 millones de piezas. Ese año sólo 3% de los billetes en circulación eran de 100 bolívares, pero en este momento la proporción ha aumentado hasta 43% y la tendencia obligó al BCV a introducir un nuevo cono monetario con billetes de hasta 20.000 bolívares.
Desde el año 2013 el BCV comenzó el ascenso en la impresión del billete de 100 bolívares. Cifras del ente emisor revelan que en el transcurso de una año 2014-2015 la circulación del billete de más alta denominación se duplicó. Según la data oficial al cierre del mes de junio de este año 2015, el número de piezas del billete de Bs. 100 se colocó en 1.859,2 millones, versus los 909,5 millones de junio de 2014. (El Mundo Economía y Negocios 23 de julio de 2015).
Analistas señalaban que el incremento significativo de la liquidez monetaria y el alza sostenida de la inflación habían obligado al BCV a emitir un mayor número de billetes de alta denominación es decir de 100 bolívares.
El economista Ronald Balza sostenía que el alza de los precios había aumentado la demanda de efectivo para las transacciones comerciales. Igualmente sostenía en la necesidad de emitir billetes de 500 y 100 bolívares “con lo cual el BCV habrá gastado menos y los usuarios hubieran disfrutado de una mayor comodidad y menos peligros”.
Pero el incremento de la emisión de billetes en 4.233% en los últimos seis años se debió también al incremento de la liquidez monetaria que para julio de 2015 se ubicaba en Bs 2 billones 675 mil 544 millones un incremento del 83%. Para el 2016 la liquidez ya sobrepasaba los 3 billones 939 mil millones.
Expertos insistían que el cono monetario debía ser actualizado pues el actual no se ajustaba a la realidad económica del país debido a la alta inflación que dificultaba las transacciones diarias de los venezolanos que cada vez requieren de un mayor número de billetes para realizar sus pagos.
En otro artículo relacionado, Victor Salmerón señalaba para Quinto Día en diciembre de este año, que la velocidad con que aumentan los precios es de tal magnitud que los venezolanos reducen el mínimo el uso de efectivo.
Un billete de cien bolívares, el de más alta denominación, no es suficiente para comprar una barra de chocolate, un refresco o una lata de atún. Los vendedores ambulantes se han visto forzados a “alquilar” puntos de venta inalámbricos a fin de que sus clientes pueden utilizar las tarjetas de débito.
Tras un año sin difundir cifras de inflación y el comportamiento del PIB el Banco Central reportó que durante los primeros nueve meses de 2015 los venezolanos padecieron una inflación de 108,7% y el producto había caído 5,7%. Para este año los analistas y el FMI estiman que la inflación anualizada cierre en 475% y el PIB se reduzca aún más.
Entre las causas que explican la inflación en Venezuela destaca que el Gobierno no puede cubrir sus gastos con el ingreso proveniente del petróleo y la recaudación de impuestos, pero se niega a realizar un ajuste que equilibre las finanzas públicas para evitar costos políticos. La producción privada de bienes se ve afectada por los controles de precios, de divisas y las expropiaciones, confiscaciones y fiscalizaciones.
Según BBS Mundo el bolívar se ha devaluado significativamente al cambio oficial de Dicom Bs 668/$ pues el valor de un billete de 100 bolívares es tan solo 15 centavos de dólar. ¿Quién será tan insensato de acumular millones de billetes de una moneda que carece de valor como denuncia el presidente Maduro?
En resumen la novela gubernamental no se sostiene ante la evidencia que no existe tal conspiración contra nuestra moneda sino una irresponsable política fiscal, monetaria y de precios de este gobierno mentiroso y cojo.
Juan Antonio Muller