Médicos, enfermeras, empleados, pacientes y vecinos de Antímano denunciaron este martes el cierre inminente de la maternidad del Hospital General Dr. José Ignacio Baldó, también como hospital El Algodonal, a pesar de que cuenta con equipos y personal calificado para su total y normal funcionamiento.
Nota de prensa
El médico residente Régulo Morales, al actuar como vocero en representación del grupo, informó a Prensa Unidad Venezuela que la medida, que les fue comunicada la semana pasada por Wilmer Báez, viceministro de Salud para el área de Recurso, Tecnología y Regulación, les causó total sorpresa, en especial porque el mismo presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció el 30 de agosto pasado la aprobación de 550 millones de bolívares para poner operativos seis hospitales claves de la ciudad de Caracas, entre ellos El Algodonal.
“Han aprobado muchas partidas en varios años, pero el dinero nunca llega al hospital. La última la aprobó el presidente Maduro, y tampoco ha llegado”, dijo Morales, quien recordó que el hospital que lleva el nombre del médico neumonólogo tachirense pionero en la lucha antituberculosa en Venezuela, cumple 70 años de fundado el próximo sábado.
Indicó que los seis quirófanos con los que cuenta el hospital están parados desde hace tres años, cuando fueron demolidos para ser remodelados, pero a la fecha las obras no han sido concluidas. “El viceministro dijo que no hay dinero para arreglar los quirófanos ni para restaurar otras áreas, que no son muchas”, dijo Morales.
“Tenemos una maternidad equipada. Lo único que hace falta son los quirófanos para poder atender a las pacientes. Lo único que estamos pidiendo es que habiliten los quirófanos”, agregó, señalando que tienen fotos de las vallas en las que aparecen los presupuestos que se destinaron a esas obras, dinero que nunca llegó.
Refirió que esta maternidad está en capacidad de atender partos “en expulsivos”, es decir, de parturientas que están a punto de dar a luz. “Acabamos de recibir a una en esas condiciones, y la tuvimos que atender porque ya había recorrido varios hospitales sin recibir asistencia. Parió en el vehículo donde venía. Una paciente, además, con varicela”, contó el residente de gineco-obstetricia.
“Estamos en capacidad de atender partos normales, pero si un parto se complica, se debe pasar a quirófano, y nos los tenemos operativos. Si no se complica, bien, pero ¿Y si no? ¿Cómo hacemos, cómo lo resolvemos?”, planteó.
“Los quirófanos están dotados de equipos, lo que falta es terminar el arreglo de la infraestructura. Y por esa razón quieren cerrar la maternidad”, dijo.
“Se está perdiendo una infraestructura que está en capacidad de atender pacientes. Tenemos casi 40 camas desocupadas, que no se están usando, mientras las parturientas andan dando vuelta por toda la ciudad buscando un hospital para ser atendidas, pariendo en la calle, en los carros, y poniendo en riesgo sus vidas y la de los recién nacidos”, agregó.
“Yo estimo que con menos de 20 millones de bolívares se habilitaría un quirófano, pero supuestamente no hay plata. Pero sí la hay para contratar a artistas internacionales”, denunció.
Otras irregularidades
El residente también denunció ciertas irregularidades que se han venido presentando en el recinto hospitalario. “Se han llevado equipos de la parte de neonatología, como incubadoras. Vimos cuando se las llevaron la semana pasada, pero nos han dicho que nunca llegaron al Clínico, que era supuestamente el sitio de destino que le iban a dar”.
En el día de hoy hubo una reunión con el nuevo director del hospital, Darío González, quien viene de dirigir el hospital de Los Magallanes de Catia, y quien sustituyó a Raúl Barrios, que pasó a la maternidad Concepción Palacios.
“Acabamos de reunirnos con el director, quien nos dijo que supuestamente vamos a conformar unas mesas de trabajo para elevar los resultados de estas al ministerio de Salud, pero que él no puede prometer nada en cuanto a arreglar los quirófanos o impedir el cierre de la maternidad”, indicó Morales.
Agregó que esta situación también les afecta como trabajadores, ya que su destino es incierto. “Ayer comenzaron a pasar cartas para reubicar a las enfermeras en otros hospitales”, aseguró.
Asimismo, perjudica a los residentes que están formándose en ese hospital. “¿A dónde vamos a ir a parar después de dos y tres años de formación aquí?”, se preguntó.
“También hace falta que se investiguen y se sinceren las nóminas, porque en ellas aparecen 22 obstetras de los cuales solo vienen a trabajar 10; y seis pediatras de los cuales solo trabajan dos. ¿Dónde están los otros? Son nóminas paralelas que no permiten la contratación de más personal, aunque haga falta”, señaló.
“Esto es un asunto de salud pública, no es un problema político. No es posible que una parturienta deba dar a luz en un carro porque no la reciben en ninguna parte, y que aquí podemos y queremos recibirla, pero nos quieran cerrar (…) La población de un país se mide por la atención materno fetal que se le brinde”, añadió.
En ese sentido, los denunciantes hicieron un llamado a la subcomisión de Salud de la Asamblea Nacional para que se aboque a analizar esta situación y busque medidas que permitan que esta maternidad siga funcionando.