Las autoridades españolas detuvieron a ocho colombianos y cinco españoles, pertenecientes a bandas del narcotráfico distintas, cuando los sudamericanos pretendían robar a los otros durante una operación de compraventa de droga en Galicia, noroeste de España.
La Guardia Civil y la Policía de España explicaron que se iba a producir una cita enmascaraba en un peligroso asalto a mano armado y que iban a protagonizar los ocho colombianos contra los cinco españoles.
Los sudamericanos fueron detenidos en Oleiros y los españoles en Sada, en ambos casos localidades de la provincia de La Coruña.
Los colombianos pretendían robar el dinero que los narcos gallegos llevaban para la compra de una importante cantidad de droga que supuestamente aquellos iban a vender.
De hecho, iban provistos de pasamontañas y bridas en el momento de las detenciones y se presume que iban a emplearse para un posible secuestro que facilitase la obtención de la totalidad del metálico previsto para la transacción.
Además de las detenciones, agentes de ambos cuerpos de seguridad registraron viviendas en varias localidades de Galicia y Madrid, donde se ha intervenido un kilo de heroína, otro de cocaína y uno más de metanfetamina.
También una pequeña cantidad de hachís, sustancias de corte, un arma corta, seis vehículos, la mayoría de gama alta, diverso material informático y 30.000 euros en metálico.
En uno de los domicilios de la provincia de Pontevedra, en Galicia, se localizó un laboratorio para la elaboración de estupefacientes y se intervino un kilo de metanfetamina, una prensa, una envasadora, una báscula de precisión, numerosos envases para guardar la droga, así como sustancias de corte y un sello para marcar la procedencia de la droga.
Las autoridades españolas destacaron la peligrosidad de la organización criminal colombiana debido a la violencia que imprimían a sus supuestos socios en el negocio de compra y venta.
Contaban con antecedentes de delitos similares en Barcelona, Canarias, Madrid, Galicia e incluso en Holanda, donde tuvieron un episodio de tiroteos y secuestros con organizaciones rivales. EFE