Agotados por horas de cola y después de haber pasado la noche durmiendo en el suelo, centenares de venezolanos seguían agolpados este viernes en la frontera con Colombia, cerrada por instrucciones del presidente Nicolás Maduro contra supuestas “mafias” acaparadoras de billetes de bolívares.
AFP
“¡Queremos pasar! ¡Queremos pasar!”, coreaba la multitud frente a los militares que custodian el puente internacional Simón Bolívar, que une a San Antonio del Táchira con la vecina localidad colombiana de Cúcuta.
Sin embargo, muy pocos lograban una autorización.
“Estamos sufriendo, estamos aguantando hambre, no tenemos medicinas, no tenemos nada, nada, nada. Y ahorita, con eso de la plata (dinero), ni comida podemos comprar”, se lamentaba Carmen Rodríguez, refiriéndose al retiro intempestivo del billete de 100 bolívares -el de mayor valor del país- ordenado por Maduro contra “mafias” de contrabando.
Rodríguez, que tiene doble nacionalidad colombo-venezolana, denunció que las autoridades venezolanas la obligaron a renunciar a una nacionalidad para dejarla pasar e inscribir a sus tres nietas en colegios del otro lado de frontera, cuyas clases empiezan en enero. Aún así, no tuvo éxito.
Otras personas que habitualmente viven de uno y otro lado de la frontera caminaban resignadas y arrastrando maletas por San Antonio, aguardando por un turno.
Blanca Rivera, de unos 30 años, quería ir a Cúcuta a disfrutar de la Navidad con su familia y rogaba que la dejaran pasar.
“¡No nos dejen aquí, por favor! (…) Tenemos hambre, no hemos ido al baño, no nos hemos bañado. ¡Por favor, por favor!”, pidió.
Maduro extendió el jueves por 72 horas el cierre de las fronteras con Colombia y Brasil, en una medida que empezó el lunes para que no entraran al país los billetes que, según denuncia, estaban acaparados en el exterior.
La decisión del mandatario de retirar los billetes de 100, los de mayor denominación y circulación en el país, ha disparado el nerviosismo entre la gente por el temor de quedarse sin efectivo en plenas fechas festivas.
La frontera con Colombia ya estuvo cerrada entre agosto de 2015 y agosto de 2016, como reacción a un ataque de supuestos paramilitares contra una patrulla militar venezolana.
Organizaciones gremiales alertan que 75% de los comercios en la región venezolana del estado Táchira, al que pertenece San Antonio, dejaron de operar por los continuados cierres de frontera.