El jefe máximo de la guerrilla de las Farc, Timoleón Jiménez, pidió este martes audiencia con el papa Francisco, “antes o durante su anunciada” visita a Colombia en 2017, en busca de apoyo a la implementación del acuerdo de paz.
“Creemos a su vez que la parte más acusada de pecados, las Farc, también mereceríamos unos minutos de reflexión con Usted, antes o durante su anunciada visita a Colombia”, dijo Jiménez en una carta pública dirigida al papa y fechada en La Habana.
El jefe rebelde elevó el pedido tras la reunión que sostuvo Francisco con el presidente Juan Manuel Santos y su antecesor Álvaro Uribe, dirigente de la oposición en Colombia, el viernes último en el Vaticano.
El líder religioso intentó, sin éxito, mediar en la disputa que mantienen por el acuerdo que firmó Santos con las Farc, en diciembre, para acabar con medio siglo de enfrentamiento armado.
Uribe se opone férreamente al pacto por considerar que dejará en la impunidad delitos atroces, aún cuando el acuerdo establece que los rebeldes solo podrán evitar la cárcel si reconocen los crímenes y reparan a sus víctimas.
“No es fácil lograr el consenso y la reconciliación con sectores dominados por un fundamentalismo de tal naturaleza, el cual a su vez alimenta la mano oscura que sume a Colombia en un doloroso mar de sangre”, escribió Rodrigo Londoño, también conocido como Timoleón o Timochenko.
En ese sentido, hizo votos por que el papa logre “contribuir a poner fin a tan trágica realidad. A la vez – agregó- “que confiamos en que un papel más decidido por parte de la jerarquía eclesiástica colombiana puede inclinar la balanza del lado más justo”.
En lucha contra el Estado desde 1964, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Farc) aceptaron deponer sus armas a cambio de garantías para convertirse en partido político.
El acuerdo, que también prevé mecanismos para luchar contra el narcotráfico y mejorar la situación del campo, fue negociado por casi cuatro años en La Habana, pero los colombianos se opusieron a su implementación en un plebiscito el 2 de octubre.
Tras el revés, el gobierno y la guerrilla modificaron el texto por iniciativa de la oposición, lo firmaron de nuevo y están en vías de iniciar su implementación.
AFP