Al menos 31 muertos, 72 heridos y 32 desaparecidos dejó la explosión en el mayor mercado de pirotecnia de México y las autoridades intentaban este miércoles identificar los cuerpos y determinar las causas del siniestro. AFP
La explosión en este mercado, conocido como San Pablito y localizado en Tultepec, se registró alrededor de las 14h50 del martes en momentos en que había gran actividad con gente comprando fuegos artificiales para las fiestas decembrinas.
Los fallecidos son “26 en el lugar y 5 en hospitales”, dijo a la televisora Milenio Alejandro Gómez, fiscal del Estado de México, donde se ubica Tultepec.
Expertos forenses estatales y federales trabajan en análisis de genética en los cuerpos porque “prácticamente la mayoría no hay posibilidad” de identificarlos, dijo de su lado a la cadena Televisa el gobernador del Estado de México, Eruviel Avila.
Se han reportado al menos 32 desaparecidos por lo que las autoridades realizarán análisis a familiares para determinar si se encuentran entre los fallecidos.
Las autoridades han contabilizado a 72 heridos, de los cuales 21 ya fueron dados de alta la noche del martes, mientras que varios se encuentran en estado delicado, entre ellos tres menores de edad que serán trasladados a un hospital de Galveston, Estados Unidos, para ser atendidos en un hospital para menores quemados.
La Procuraduría General (fiscalía) informó en un comunicado que inició una investigación para determinar las causas de la deflagración, que se suscitó por “seis explosiones de pirotecnia”.
Autoridades estatales y federales se desplegaron en el lugar del siniestro mientras que cientos de socorristas y bomberos trabajaban entre los escombros, de donde sacaban a las víctimas, muchas de ellas con quemaduras diversas en el cuerpo.
Más de un centenar de policías fueron desplegados para mantener el orden y contener a decenas de personas que ansiosas buscaban a amigos o familiares que estaban en el mercado al momento de la explosión.
Hasta el lugar también llegaron elementos del Ejército, la autoridad encargada de entregar los permisos de venta de pirotecnia, además de equipos de emergencia de las entidades vecinas para trasladar a los heridos por vía terrestre y con helicópteros.
Todo pareció temblar
“Se empezó a escuchar las detonaciones y pensamos que era un polvorín (taller de fabricación de piroctecnia) cercano”, contó Alejandra Pretel, vecina del mercado. “Estaba afuera paseando a mi perro y de repente se oyeron unas explosiones muy fuertes pero no sabíamos qué era. Pensamos que sería la gasolinería o algo ahí. Pero cuando empezamos a ver la humareda pues vimos que eran los cohetes”, dijo de su lado Sofía Bedoya, otra habitante de la zona.
Unas tres horas después de la explosión se había logrado controlar la deflagración y los cuerpos de emergencia buscaban a más víctimas entre un amasijo de láminas y techos calcinados y retorcidos.
En medio de un intenso olor acre, al caer la noche se escuchaban aún pequeñas explosiones, pero según autoridades de protección civil eran deflagraciones controladas para consumir la pólvora en algunos de los más de 300 puestos que componen este enorme mercado.
Las causa de la deflagración pudo ser un mal manejo de la pólvora, situación que años atrás desató grandes explosiones.