“Harina de trigo, azúcar, azúcar, arroz, arroz, azúcar. Te tengo la harina de trigo, la azúcar. Harina de trigo, pasta, azúcar, azúcar”, es lo que se puede escuchar en apenas dos minutos de cola en el Mercado de Quinta Crespo.
Jorgenis Hernández / El Nacional
Las ofertas de los “bachaqueros” son parte del sonido ambiente de quienes hacen cola en uno de los locales exteriores que vende aceitunas, alcaparras, pasas, condimentos y encurtidos para la preparación de hallacas.
En el Mercado de Quinta Crespo y el Mercado Guaicaipuro los venezolanos compran para hacer las hallacas o bollitos de la noche del 24 de diciembre. Muchos gastan más de lo presupuestado para mantener la tradición navideña ante la situación económica del país. Ambos sitios tienen varios elementos comunes: incremento de precios y colas para pagar en los puntos de ventas.
Los costos de los ingredientes no dejan de aumentar. Al iniciar noviembre, se necesitaban aproximadamente 70.000 bolívares para realizar 50-60 hallacas. A tan solo tres días para la cena navideña, ese monto incrementó a 93.000 bolívares aproximadamente, sin que se le agregue el costo de las hojas y la harina de maíz. Estos dos últimos elementos pasaron de costar 250-300 bolívares el kilo a 600-900 Bs, dependiendo del comercio, y la harina se consigue –con los “bachaqueros”- en más de 4.000 bolívares, cuando su costo en el mercado negro era de 3.000 y su precio justo es 190 Bs.
Al realizar el cálculo total se tiene que para una receta de 50-60 hallacas se necesitan casi 120.000 bolívares, es decir, 4,4 salarios mínimos (Bs 27.092). El costo también podría cubrirse con dos bonos de alimentación (Bs 63.720), pero hay que tomar en cuenta que la mayoría de los ingredientes aumenta su valor cada 48 horas. Entre noviembre y la fecha actual se registra un incremento de más de 40.000 bolívares, lo que es igual a 71,4%.
Hace mes y medio el kilo de carne de res, esa que se pica en cuadritos para el guiso navideño, pasó de 4.200 a 7.980 bolívares, un incremento de 90%. Un comportamiento similar ocurrió con el kilo de pernil que pasó de 4.000 bolívares a 7.200, subió 80%.
Los compradores están conscientes de que la situación económica del país hace que los productos aumenten, pero aun así no dejan de sorprenderse.
“Hace menos de un mes la carne la conseguía en 4.200 y ahora, de un día para otro, subió a 7.000 bolívares. Mis cálculos los hice con los 4.200. Imagínate”, indicó una compradora que consultaba los comercios para obtener lo más accesible.
Para los venezolanos es costumbre que los ingredientes para las hallacas aumenten mientras se acercan las fechas navideñas, pero eso no deja de lado las conversaciones y quejas por lo elevado de los precios.
“Para esta fecha el año pasado yo tenía cuadrado todo para las hallacas del 24 y el 31, pero este año ni sabemos qué haremos. Así no se puede”, le comentaba un hombre a otro en el camino de “bachaqueros” que debe atravesarse en Quinta Crespo.
Las compras se alejan de lo que acostumbran los vendedores en esta época. Un carnicero señaló que esperan más clientes el 23 y el 24, pero a pesar de eso no será la cantidad que fue el año pasado.
Los comercios tampoco se ven abarrotados. Aunque muchos tienen precios similares hay algo que los diferencia: los que aceptan el billete de 100 bolívares y los que tienen colas para los puntos de ventas. Dentro de Quinta Crespo y Guaicaipuro las filas para pagar dan vueltas a los puestos. Algunos vendedores que no tienen la tecnología les piden el favor a locales vecinos por un porcentaje de la venta.
Fuera de Quinta Crespo pueden encontrarse buhoneros con puntos inalámbricos y los que gritan que aceptan todo el efectivo, desde billetes de 5 bolívares hasta los de 100.
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