El presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano y Vivienda del Colegio de Ingenieros de Venezuela, el Arquitecto Richard Casanova afirmó que el Jefe de Estado Nicolás Maduro le miente descaradamente al país cuando afirma que han construido 1.350.000 viviendas. “A duras penas podrían llegar al 30% de la anunciada meta y considerando los recursos supuestamente invertidos, semejante logro es un record mundial de incompetencia y corrupción”.
Nota de prensa
Ratificó el dirigente gremial la propuesta que han formulado reiteradamente al gobierno para integrar una comisión conjunta con el Colegio de Ingenieros de Venezuela para auditar las obras y cuantificar las viviendas construidas. “Si fuera cierto que se construyeron el número de viviendas anunciadas, el gobierno debería estar interesado en una auditoría que le diga al país realmente cuantas son y donde están”. En su opinión, el presidente Maduro prefiere mentir, manipular las cifras y con fines políticos, aprovecharse de las necesidades de los mas pobres. “No le mienta más al país y vamos a practicar una auditoria para contar las viviendas y evaluar la calidad de las obras”, puntualizó.
El Arquitecto Richard Casanova aseguró que es igualmente falso que el gobierno haya construido 10 veces más viviendas que la cuarta república, “no se trata de defender el pasado pero es justamente todo lo contrario: en lo que a soluciones habitacionales se refiere, este es el peor gobierno de nuestra historia y la llamada Gran Misión Vivienda es un gigantesco fraude al pueblo”. Para complementar la idea, el presidente de la Comisión de Desarrollo Urbano y Vivienda (CIV) recordó que “en democracia se construyó Caricuao: un complejo habitacional de 20 mil unidades de vivienda, distribuidas en 219 edificios con todos los servicios, lo cual fue el desarrollo urbanístico más grande de América Latina para la fecha”.
Finalmente, el dirigente gremial adelantó que desde la Comisión de Desarrollo Urbano y Vivienda estamos trabajando una propuesta concreta para superar el inmenso déficit habitacional actual y recuperar la calidad de vida en las ciudades, cuyo deterioro es realmente severo y es consecuencia del modelo fracasado impuesto, de las carencias de políticas públicas en el sector, la incompetencia de la burocracia oficialista y la voraz corrupción que carcome al Estado venezolano. “Quienes promovemos cambio, estamos obligados a ofrecer soluciones a corto y mediano plazo al grave problema habitacional, urbano y de servicios públicos que agobia a las grandes mayorías”, sentenció.