El presidente de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, dijo el sábado que evalúa demandar a la brasileña Odebrecht por daños y perjuicios tras su admisión de sobornos para ganar obras públicas, en momentos en que la constructora evalúa un acuerdo con la justicia que le aseguraría seguir operando en el país, reseñó Reuters.
El Gobierno peruano anunció hace unos días que Odebrecht, que reconoció pagos por 29 millones de dólares en sobornos para ganar contratos entre el 2005 y el 2014 en el país, no podrá participar en futuras licitaciones de obras públicas en Perú.
La confesión de la mayor constructora de Latinoamérica forma parte de un acuerdo judicial en Estados Unidos.
“Estamos analizando varias alternativas. Sin duda una de ellas es esa (demanda por daños y perjuicios), pero hay que ver caso por caso también. Porque si no, vamos a entrar en unas complicaciones terribles de juicios interminables”, dijo Kuczynski en entrevista con la radioemisora local RPP.
La constructora brasileña ha ganado contratos por unos 12.000 millones de dólares en Perú durante la última década. Odebrecht inició sus operaciones en Perú en 1979, lo que marcó su primera actuación a nivel internacional.
Odebrecht informó el viernes a sus empleados en Perú que en base a la experiencia de acuerdos judiciales en Estados Unidos, Brasil y Suiza la empresa reconoce la importancia de cooperar con la Justicia para reparar daños, con la premisa de que las empresas se mantengan activas sirviendo a sus clientes.
Respecto a la posibilidad de un acuerdo entre la firma brasileña y la justicia peruana, Kuczynski afirmó que le parecía una buena decisión. “Es un acuerdo de colaboración eficaz como se llama. Eso se puede hacer”, agregó el mandatario peruano.
Kuczynski dijo que no habrá “ninguna tibieza” en las investigaciones de corrupción, aunque subrayó que el asunto hay que manejarlo con “mucho cuidado” para evitar cancelar la operación de empresas de servicios de transporte involucradas, lo que perjudicaría a los usuarios.
Fiscales peruanos investigan varios casos de presunta corrupción de empresas brasileñas en Perú, entre ellas la concesión de un proyecto de gasoducto de más de 5.000 millones de dólares que ganó Odebrecht en el 2014, después de quedar como único postor en una subasta.