El muñeco de año viejo es un monigote que representa el año que termina. Familias enteras se dedican a la elaboración del hombre usando ropa vieja, cartón o papel, relleno de viruta, paja o aserrín. Además es indispensable incluir fuegos artificiales. El año viejo se quema a la medianoche del 31 de diciembre, en la víspera de año nuevo. Así lo reseña laverdad.com
Jadys Zambrano dedica un día a la elaboración del hombre relleno con desechos desde niña en su país natal, Colombia. El ama de casa confesó que hace tres años cumple con el ritual en Maracaibo. “Decidí comenzarlo a hacer aquí porque hay que quemar la mala vibra y las cosas malas que pasan en Venezuela”.
Sentado estáticamente frente a la carpintería de la familia Zambrano, en la calle 98 del sector Arismendi, reposa Juancho. El muñeco relleno, en esta oportunidad, con hojas de topocho secas y otros desperdicios. El año viejo de la comunidad pesa alrededor de 30 kilos y aunque le faltan detalles como correa, sombrero y zapatos, será incendiado por los habitantes de Arismendi este 31 de diciembre después del cañonazo, no sin antes leer en voz alta su testamento que este año pedirá al 2017 “prosperidad para Venezuela y salir de la crisis económica”.
Aunque la popularidad de la tradicional quema del año viejo ha desaparecido 80 por ciento en la ciudad, la familia Zambrano es una de la que no pierde la costumbre.
Significado
La incineración del muñeco es un ritual de purificación para alejar la mala suerte o las energías negativas del período que termina, así como de transición, pues también se celebra la llegada del nuevo año aboliendo lo anterior. Como ritual de fuego representando la supresión de lo pasado para permitir una regeneración del tiempo y de las energías.