El atacante que mató a 39 personas e hirió a otras 69 en el club “Reina” de Estambul en Año Nuevo y que sigue huido, a pesar de la amplia operación desplegada por las fuerzas de seguridad, descargó 180 balas antes de abandonar su arma en el local.
Según el diario HaberTürk, los expertos deducen del hecho de que haya descargado 180 balas que llegó a cambiar seis veces de cartucho.
El ataque tuvo lugar hacia la 01.30 hora local (22.30 GMT) en la exclusiva discoteca situada en la orilla europea del río Bósforo, donde varios cientos de personas festejaban la llegada del Año Nuevo.
Presuntamente, el atacante llegó al barrio de Örtakoy en taxi y caminó cuatro minutos hasta el club, donde abrió fuego contra un guardia jurado para poder acceder al recinto.
En medio del caos y pánico que se desató en el club, el autor dejó el arma y su chaqueta en el local antes de darse a la fuga.
Sin embargo, la policía no ha encontrado huellas dactilares en sus pertenencias.
El autor del atentado actuó de manera “extremadamente profesional” y, por su forma de caminar, parece que habría sufrido en algún momento anterior un disparo en su pierna derecha, explicó Abdullah Agar, especialista en terrorismo, a la cadena CNNTürk.
Si bien todavía nadie ha reivindicado el ataque, las emisoras turcas señalan que la policía está centrando sus investigaciones en la rama local del grupo terrorista Estado Islámico (EI). EFE