Portugal rinde este martes un último homenaje al expresidente socialista Mario Soares, uno de los principales artífices del advenimiento de la democracia que será enterrado en Lisboa tras una solemne ceremonia.
“Es el hombre que nos dio la democracia y la libertad” asegura Maria Albergaria, una mujer de 57 años que la víspera, como miles de lisboetas, bajó a las calles para despedirse de este monumento de la vida política, fallecido el sábado a los 92 años.
Los restos del exjefe de Estado, expuestos en capilla ardiente en el monasterio de los Hieronimitas, en el barrio de Belem, serán enterrados el martes por la tarde en el cementerio de Prazeres, más cerca del centro de la ciudad.
Antes de que salga el cortejo fúnebre –que pasará ante el Parlamento y la sede del Partido socialista– se celebrará una ceremonia en el claustro del monasterio, lugar emblemático de la historia de Portugal.
En ese lugar, Soares, entonces primer ministro, firmó en 1985 el tratado de adhesión de Portugal a la Comunidad Económica europea, antecesor de la Unión europea (UE).
Varias personalidades asistirán al homenaje, entre ellas el rey Felipe VI de España, el presidente brasileño Michel Temer y el presidente saliente del Parlamento europea, el socialdemócrata alemán Martin Schulz.
– Militante antifascista –
En la ceremonia tomarán la palabra el actual presidente conservador de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, y Joao Soares, hijo de Mario Soares.
El primer ministro socialista Antonio Costa, de visita oficial a India y que decretó tres días de luto nacional, intervendrá a través de un videomensaje.
Militante antifascista, fundador del Partido Socialista portugués, ministro de Relaciones Exteriores, dos veces jefe de gobierno, presidente de la República de 1986 a 1996 y eurodiputado, Soares fue un personaje ineludible de la democracia portuguesa durante 40 años, y encarna por sí mismpo la historia reciente de su país.
Este infatigable animal político y abogado de formación, sufrió sin embargo un duro fracaso en la elección presidencial de 2006, a la que se presentó con más de 80 años.
Su papel fue particularmente importante al día siguiente de la Revolución de los Claveles de 1974, un golpe de Estado militar que puso fin a 48 años de dictadura y a trece años de guerras coloniales.
Parándole los pies al Partido Comunista de Alvaro Cunhal, Soares ganó las primeras elecciones libres organizadas en Portugal.
– ‘Mi héroe’ –
“Mario Soares es mi héroe. Hace 43 años lo recibí de su retorno de exilio y hoy lo veo partir con mucha tristeza” explica Francisco Oliveira, de 63 años, presente entre la muchedumbre congregada ante el monasterio de los Hieronimitos.
Contemporáneo de François Mitterrand y Helmut Kohl, Mario Soares –que se definió a sí mismo como “hombre de convicciones y de carácter”– fue también el gran artífice de la integración de su país en el proyecto europeo.
Ya entrado en años, el expresidente seguía muy activo y criticó con vehemencia las medidas de austeridad puestas en marcha por el antiguo gobierno de centro-derecha para sanear las finanzas del país, que recibió asistencia financiera entre 2011 y 2014.
Tras la muerte de su esposa, se fue retirando poco a poco de la vida pública. Visiblemente debilitado por sus problemas de salud, asistió en julio a una ceremonia organizada en su honor por el gobierno socialista, pero no tomó la palabra. AFP