Juan José Moreno A.: No habrá solución a la crisis si no arrancamos la raíz del problema

Juan José Moreno A.: No habrá solución a la crisis si no arrancamos la raíz del problema

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Está visto, y así lo hemos venido ratificando, que la auténtica raíz de la crisis institucional que vive el país, está representada no en el Tribunal Supremo de Justicia en sí misma sino en su ilegítima composición surgida de un auténtico “madrugonazo” de la vieja y corrupta Asamblea Nacional derribada por el voto popular en las elecciones del pasado 6 de diciembre del 2015; por lo tanto, no vemos otra salida posible que arrancar desde su propia raíz la maleza que hoy se impone como superestructura dictatorial del Estado que hoy decide todo. Así de sencillo.

Se trata esta de una situación que nadie logra entender, como es la razón por la que la Asamblea surgida de un mayoritario y decidido mandato de cambio expresado por la población en un heroico proceso electoral, no se ocupó de resolver desde el propio momento de su instauración. Habrían sido muchas las dificultades que se hubiera podido ahorrar nuestro Poder Legislativo, si se hubiese abocado a la inequívoca prioridadde poner las cosas en orden en el alto tribunal de la república.





Pero pese a la designación de una comisión especial de la Asamblea, que desde un principio determinó la ilegalidad del acto cumplido por el anterior Parlamento, tanto en los vicios del procedimiento para designar nuevos magistrados al TSJ como en la cualidad de los aspirantes para ejercer tan importante responsabilidad, inexplicablemente se dejó pasar el tiempo sin que se conociera el informe del respectivo grupo de trabajo, dejando que la ilegalmente constituida Sala Constitucional tomara cuerpo para cometer todas las tropelías a la Constitución de la nación quese observan, comenzando por el desconocimiento de la representación parlamentaria del Amazonas y seguida el arrebato a la AN de sus funciones contraloras e incluso legislativas por todos conocidas.

Por eso, sin desmeritar la actuación de este puñado de valientes diputados en el año transcurrido, pensamos que aún sigue pendiente la solución de este grave atropello contra la Constitución como la fue la írrita e improcedente conformación de esa “piedra de tranca” contra el cambio político, económico y social en la que se encuentra constituido el TSJ; y en medio de toda inédita situación en la que se encuentra sumergida la nación, no se ve otra manera de lograr soluciones a la crisis general que comenzar por el principio, que no es otro que fijarse como estrategia inmediata lograr la restitución institucional del Poder Judicial.

Pues solo logrando un TSJ que, conformado con el equilibrio requerido para su normal funcionamiento, pueda recuperar su necesaria independencia de su actuación, y avanzar hacia los siguientes objetivos, como son entre otros el restablecimiento del cronograma electoral que establece la propia Constitución de la República, la normalización de la actividad legislativa que corresponde al Poder Legislativo, la auténtica cooperación entre los distintos poderes del Estado y el rescate de la calidad de vida de la población hoy sensiblemente vulnerada.

Para ello será necesario, que la oposición democrática se someta a una reflexión profunda sobre su papel y necesidad de vencer los escollos que permitan recuperar la confianza de la población y, definitivamente, marcar una hoja de ruta que en la medida de lo posible sea elaborada con la más amplia participación de la población. Sabemos que el camino está lleno de espinas, pero estimamos que es hora de asumir un nuevo formato de luchas basado en la realidad presente.

@JJMorenoA