Con un mes de retraso de la fecha anunciada por el presidente del Banco Central de Venezuela, Nelson Merentes, hoy comenzarán a circular los nuevos billetes. Sin embargo, el sistema financiero público y privado no podrá distribuirlos hasta que reciba la autorización del instituto emisor. Se calcula que en el transcurso del día las piezas sean distribuidas a través de las taquillas de las agencias.
Por DULCE MARÍA RODRÍGUEZ
Una fuente vinculada a la banca señaló que la distribución se realizará únicamente en los estados del centro del país y no en todo el territorio nacional. Caracas será la excepción porque los nuevos billetes llegarán a todas las oficinas bancarias, aunque en pocas cantidades. Para los estados fronterizos implementaran un régimen especial para evitar la fuga de los nuevos billetes.
De acuerdo con los economistas José Guerra y Jesús Casique, en la calle solo se verán los de 500, 5.000 y 20.000 bolívares porque el resto, 1.000, 2.000 y 10.000 bolívares, no ha llegado al país. “Los billetes que arribaron son deficitarios para cubrir la demanda de efectivo del mercado y si el Ejecutivo persiste en dejar fuera de circulación el billete de 100 bolívares el 20 de enero, se generará un gran caos”, apuntó Casique, director de Capital Market Finance.
Explicó que para noviembre del año pasado había 6,11 millones de piezas de 100 bolívares, que representa 47,6% del cono monetario vigente y 77,29% del efectivo en bolívares (monedas y billetes) en circulación. Al sumar las piezas que, según el presidente Nicolás Maduro, ya están en Venezuela: 76 millones de monedas de 50 bolívares; 60 millones de billetes de 500; 4,5 millones de piezas de 5.000 bolívares y 2,9 millones de 20.000 bolívares) da un total de 114.300 millones de bolívares en efectivo entre billetes y monedas.
“Esa cantidad equivale a 18,7% del dinero que circulaba en billetes de 100 bolívares en noviembre del año pasado”, indicó Cacique. Estaría faltando 81,3% del dinero que circulaba en esa denominación: “El Ejecutivo debería anunciar otra prórroga para el marrón”. José Guerra, integrante de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional, coincidió con Casique en que el billete de 100 debería seguir en circulación por varias semanas más. “Algunas de las nuevas piezas van a circular este lunes, pero en muy poca cantidad porque las recibidas son insuficientes. Son apenas 70 millones de billetes, que es nada y equivale a 2 billetes por ciudadano si consideramos que somos 31,08 millones de venezolanos, según el censo de 2011”.
El parlamentario destacó que deberían circular juntos el cono monetario viejo y el nuevo para evitar la falta de efectivo. “Lo adecuado es que convivan los dos y que el proceso de desincorporación de las piezas viejas dure un año, como ocurrió en la reconversión realizada entre 2008 y 2009”. A su juicio, la medida no fue planificada ni el resultado de un estudio, sino que fue producto de una improvisación que se evidencia en el reciclado del diseño de los billetes, en el retraso de su llegada y aún faltan que arriben las denominaciones de 1.000, 2.000 y 10.000 bolívares.
La anterior reconversión monetaria duro 4 años y esta la pretenden hacer en 40 días, lo que resulta imposible desde todo punto de vista, aseveró Casique.
Sin frenar alza de precios. Nelson Merentes ha asegurado que la ampliación del cono monetario “hará más eficiente el sistema de pagos, facilitará las transacciones comerciales y minimizará los costos de producción, reposición y traslado de especies monetarias, lo que se traducirá en beneficios para la banca, el comercio y el pueblo venezolano². Para los economistas, lo que se pone en evidencia es el fracaso de la reconversión monetaria que se efectúo en 2008 con el objetivo de frenar la inflación. “Las denominaciones de los nueves billetes aumentaron significativamente para más o menos poder cubrir los nuevos precios de los bienes y servicios”, indicó Casique.
Señaló que los precios se dispararon en 2015 y la inflación se ubicó en 180% de acuerdo con reportes del BCV. Y aunque el instituto emisor no ha publicado las cifras del año pasado, calcula que está por encima de 520%. “De no implementar medidas que controlen la inflación ocurrirá lo mismo que en Zimbabue, se tendrán que emitir billetes de 100.000 y 200.000 bolívares”, dijo.
Guerra añadió que con la medida de ampliar el cono monetario el Ejecutivo reconoce el incremento que ha experimentado la inflación, la pérdida del poder adquisitivo que afecta a los ciudadanos y el deterioro de la economía. Un informe elaborado por el diputado señala que la actividad económica del país cayó 12% durante 2016, situación agravada por un índice de precios al consumidor que superará 500% al cierre de este año para situarse en un récord histórico. Esas cifras, según Guerra, se traducen en una reducción del salario real de 20,0% y en niveles de pobreza de la población que no se observaba en Venezuela desde 1998.