“Los gobiernos de los pueblos libres, por su naturaleza y esencia son de carácter civil y todos los demás poderes están subordinados a la potestad civil en forma absoluta,” aseguró el líder regional y precandidato por la MUD a Gobernador del estado Bolívar.
Nota de Prensa
La falta de legitimación ante su pueblo a menudo un gobierno autoritario, apela a ello como tabla de salvación para mantenerse en el poder cocinando una ficción o espejismo político que denominan “gobierno cívico-militar,” pero la realidad es que el gobierno no gobierna y los militares no asumen la responsabilidad de servir a la patria ni de ofrecer seguridad al pueblo ni a nuestras fronteras, aseguró Alcides Padilla, Secretario Nacional Organización de ABP y líder de la MUD – Bolívar.
Este binomio contradictorio –aseguró Padilla- persigue en primer lugar llenar el vacío de legitimación que carece este gobierno y con el adjetivo militar sólo pretenden dos propósitos: uno, que están plenamente apoyados por el estamento militar y dos, enviar un mensaje intimidatorio a la oposición política y a la disidencia social. Si hablamos de democracias este binomio no existe por lo que es una verdadera farsa política, ya que es una forma estratégica primitiva para mantenerse en el poder, pues no existen gobiernos cívicos-militares bajo una visión democrática y mucho menos humanista, ya que su objetivo es ir a una dictadura disfrazada.
Los gobiernos de los pueblos libres, por su naturaleza y esencia son de carácter civil y todos los demás poderes están subordinados a la potestad civil en forma absoluta, representados por sus instituciones que controlan al poder público en términos de autonomía e independencia y no lo que hoy vemos, es el camino que ha asumido este gobierno tanto nacional como regionales, acotó el también precandidato MUD a gobernador por el estado Bolívar.
Aseguró Alcides que al momento en que un gobernante por su falta de cultura desconoce el origen del poder y su desarrollo, es muy probable que actúe bajo un razonamiento primitivo del poder y termine moldeando a su manera la Constitución, las instituciones y leyes para mantenerse en el mismo, debido a que entiende el poder como un objeto conquistado o un botín y no como “el ejercicio de hacer un servicio por el bien común”.
Acotó que “la historia de los gobiernos autoritarios nos enseñan que cada gobernante tiene su Goebbels – hitleriano, su Montesino – Peruano o su Pedro Estrada – Venezolano como sus asesores o interpretes políticos de cabecera que les ayudará a mantenerse en el poder haciendo malabarismos políticos y jurídicos. Estos asesores fungen como una especie de Joseph Fouché moderno.” Muchos de ellos saben que sus asesorías destruyen al país, pero guardan el silencio reticente y complaciente con el gobernante de turno, alimentando así, sus miserias materiales y espirituales. “Esa es la visión del poder cuando el Gobernante tiene una ignorancia invencible y cuando sus asesores son unos miserables”.
“La recomendación de hacer un gobierno -cívico militar- es parte del arsenal de recursos antidemocráticos que ofrecen los asesores del gobierno: una Autoridad Única, Un Solo Gobierno, son parte de las estrategias para gobernar sin controles institucionales y eso debemos conocerlos y denunciarlo por parte del ciudadano común”, aseguró.