George W. Bush logró, sin quererlo, robar un poco de protagonismo a Donald Trump durante su ceremonia de investidura. El expresidente de los EE UU quiso ponerse un poncho de plástico para guarecerse de la lluvia, pero la prenda se le resistió: intentó colocársela sobre la cabeza, después se cubrió completamente con ella (cara incluída), la utilizó a modo de manta… Su lucha con el impermeable fue captada por el fotógrafo Rick Wilking, que publicó un collage con todo el proceso en la agencia Reuters:
La secuencia de fotografías y la cara de Bush, entre la felicidad y la resignación, fue considerada por muchos usuarios en Twitter como lo mejor de la ceremonia.