¿Qué hace felices a los habitantes de un país? Esta parece ser una pregunta difícil de responder para la mayoría de los venezolanos, por la pesada cruz que el gobierno puso en los hombros del ciudadano: La falta de ingresos o los bajos niveles de ingresos; la escasez de alimentos y medicinas, el alto costo de la vida, el desempleo y los altos índices de violencia e inseguridad, que pareciera se adueñaron de nuestras calles.
Vivimos a la espera de que llegue el agua a nuestras casas y que no se nos vaya la luz, con pésimos servicios públicos, y el desfile de cola en cola, sin dejar de mencionar el estado agonizante de nuestros centros de salud pública.
De todo esto tenemos plena conciencia porque lo vivimos a diario. Pero estamos obligados a encontrar soluciones para salir de una vez por todas de este remolino que pareciera arrastrarnos indefectiblemente hacia la pérdida total de las esperanzas, de vivir en un país mejor, en una sociedad más justa, en la cual podamos ser todos ciudadanos de primera, e iniciar unidos una era de cambios, un nuevo tiempo para los venezolanos.
Todos los ciudadanos de este país esperamos por soluciones. Tenemos un gobierno que cerró sus ojos y sus oídos ante la abrumadora realidad que nos envuelve y que se ha dedicado durante 18 años a controlar, expropiar, crear una realidad paralela y a dividir a la población con el único propósito de mantenerse en el poder, violando la constitución, y de espaldas al clamor popular.
La gente espera por propuestas serias, pronunciamientos contundentes y acciones claras que vayan en pro de la solución de sus problemas. El pueblo necesita tener a unos gobernantes que trabajen por hacerlo más próspero, porque se apliquen políticas y medidas que redunden en beneficio de una mejor calidad de vida, que haya justicia social y jurídica; la gente en la calle pide que el gobierno se ocupe y de respuestas concretas y medibles, con una economía sana, con resultados que Influyan muy positivamente en mejorar el ingreso y el nivel educativo de los venezolanos. Mientras más dinero tiene la gente, goza de mayores niveles de felicidad. Y un nivel educativo de calidad, permite alcanzar mayores ingresos. Eso justifica el esfuerzo por estudiar y luchar por el ingreso.
Todos queremos salir de esta espiral de desesperanza que permita que veamos la luz al final del túnel. La gente espera propuestas, acciones y decisiones orientadas a reivindicar su condición de ciudadano, a sentirnos profundamente orgullosos de ser venezolanos. Hay que devolverle la felicidad al pueblo, sin importar el color político.
Diputado Freddy Paz
@freddyspaz