Diario Católico, el “Decano de la prensa tachirense”, no pudo con las deudas, y de haber sido diario durante más de noventa años, y hasta hace un año –aproximadamente- semanario, ahora no se verá más en físico de manera indefinida, porque su último ejemplar saldrá esta semana que se inicia, reporta el diario La Nación
Dicen los trabajadores que no se trata de la escasez de papel, ni de tinta o negativos, sino de la falta de planchas, con cuyo proveedor el diario mantiene o mantenía deudas, situación que fue corroborada por el presbítero Johan Pacheco, administrador del rotativo, quien anunció que lo cierran para hacer una reestructuración con miras a superar la crisis y, “ojalá Dios”, poder volver; por supuesto, mientras tanto continuarán con la labor para la cual fue creado: el enfoque pastoral y de difusión de la evangelización por la plataforma digital, con apoyo de la pastoral de medios de comunicación de la Diócesis.
En ese sentido, dijo que seguirán en la www.diariocatolico.info, aunque por ahora, en la cobertura de noticias locales y regionales, hacen un paréntesis.
Este impreso, que el catorce de mayo cumplía 93 años de haber sido fundado por el primer obispo del Táchira, monseñor Tomás Antonio Sanmiguel, imprimió la última edición el veintitrés de diciembre pasado; el treinta no pudo salir por la falta de planchas para imprimir el semanario –recuerdan trabajadores que vivieron el fin de año más duro en la historia del diario, porque ni siquiera gozaron del tique-cesta, ni de un mes de utilidades o aguinaldos, entre otras cosas-. No obstante, la próxima semana sale la última publicación, en la que ha estado trabajando el personal que cumplirá horario hasta el treinta y uno de enero, cuando les entreguen la liquidación que habían acordado.
Tanto el padre Pacheco como los trabajadores, señalan que el diario vivía desde hace varios años una situación económica difícil, y el presbítero agradece a instituciones como Diario La Nación, el apoyo que en su oportunidad le han dado.
Fuerte para la Iglesia
— Es necesario hacer el cierre porque no podemos continuar con las dificultades con el personal, con deudas, estamos buscando la manera de responderle incluso a proveedores, que es lo que nos lleva a tomar esta decisión; no podemos alargar una presencia en el mercado cuando no tenemos la solvencia. Queremos hacer este cierre para reestructurarlo y, si Dios quiere, empezar de nuevo, pero es algo indefinido; tenemos que pensar, replantear y ver si hay la posibilidad. Por ahora nuestra principal preocupación es el personal que ha formado parte de la familia Diario Católico y poderle responder con los derechos que se merecen”.
Agregó que con el personal llegaron a un acuerdo legal y, conocedores de la situación, la han aceptado. “Para ellos ha sido un viacrucis estos meses, con deudas atrasadas, incluso han manifestado que hay que buscar una solución”.
Comentó que, como diario católico, el principal objetivo es la evangelización, con lo cual siempre han trabajado y si bien buscan replantearse para superar la crisis y ver si tiene la capacidad de continuar, advierte que “el panorama es difícil para el Diario Católico, pero confiamos en Dios y en muchas personas que siempre nos han ayudado, que puedan prestar su ayuda en este momento”.
De allí que –indicó- el papel que tienen es escaso y también la materia prima y los insumos que mensualmente están subiendo. De allí que enfatizó la necesidad que tenían de liquidar al personal.
— Los trabajadores dicen que se sienten decepcionados
— Sí, con razón, nosotros también sentimos el dolor por el cierre del diario, es una decisión muy fuerte para la historia de la Iglesia del Táchira, por eso, a pesar de que tengamos que hacer este paréntesis para reestructurarlo, nos planteamos seguir con el objetivo de la evangelización, como el papa Francisco nos ha planteado, con creatividad, tendremos que busca otros métodos, incluso que la fundación Diario Católico pueda ofrecer talleres de formación a laicos y emprender otros caminos de canales digitales.
Tristeza, nostalgia, desesperación…
Tristeza, nostalgia, desesperación, incertidumbre, decepción, rabia… Son algunos de los sentimientos de los diecinueve trabajadores que el martes quedan sin trabajo en el estado y que han dejado buena parte de su vida en esas instalaciones. Algunos lloraron este jueves, porque dicen que se sienten humillados por la situación, pues tenían esperanzas de que la situación no se presentara por ser una institución de la Iglesia.
“Me da mucha tristeza, aquí he tenido muchas vivencias, el diario ha tenido muchos altibajos y se ha salido, porque más de una vez, en los años que tengo de estar aquí, estuvo a punto de cerrar, pero siempre se presentaba una luz, y volvía, renacía y surgía con más ahínco; hubo un tiempo que el periódico tuvo bonanza, ahorita ha sido la peor crisis y la primera vez, en los años que tengo en el diario, que deja de circular” –manifestó un trabajador, que resaltó que a partir del martes se quedan sin sustento diecinueve familias tachirenses-.
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