Desde hace dos años el abastecimiento de medicamentos para tratar pacientes con enfermedades reumáticas es intermitente. Actualmente 12 medicamentos que distribuye la Farmacia de Alto Costo del Instituto Venezolano de Seguros Sociales no están a la disposición, publica El Nacional.
ISAYEN HERRERA | [email protected]
En un comunicado dirigido al presidente Nicolás Maduro los afectados, agrupados en la Fundación Venezolana de Enfermedades Reumáticas y en la Asociación Civil Yo Reumático, denunciaron que no hay metrotexate, prednisona, solumedrol, deflazacort, plaquinol, azulfidine, leflunomide, sulfalacina, adalimumab, azatriopina, rituximab y tocilizumab.
Por lo menos existen 100 trastornos que afectan las articulaciones, los huesos y los músculos, y algunos pueden atacar otros órganos. La reumatólogo Verónica Crespo explicó que las enfermedades más comunes son artritis reumática, fibromialgia, lupus eritematoso sistémico y esclerodermia. Se calcula que 300.000 venezolanos padecen artritis, dado que 1% de la población puede tener la enfermedad, pero aún ni el Ministerio de Salud ni el IVSS han dado las cifras oficiales.
En una actividad conjunta, en la que denunciaron la escasez de medicamentos para estas afecciones, pacientes y médicos aseguraron ayer que las limitaciones para tratar estos trastornos van desde que no hay reactivos para hacer control hasta la interrupción constante del protocolo médico. Las consecuencias son destrucción articular, dolores, incapacidad laboral, ansiedad y depresión, y el riesgo de morir que es hasta 2,8 veces mayor que en la población general de pacientes con condiciones inflamatorias constantes.
Crespo acota que uno de los padecimientos más comunes es la artritis reumatoidea que comienza entre los 20 y 30 años de edad, y puede limitar a la persona en sus años productivos.
Agrega, además, que desde hace 18 años existen terapias biológicas que en estos momentos tampoco son accesibles en Venezuela. “Estas terapias han tenido excelentes resultados en el país, pero en los últimos dos años hay fallas y eso repercute en el retroceso en la salud del paciente y en la actividad de la enfermedad”, precisa la especialista.
Los pacientes han tenido que disminuir dosis o aumentar los intervalos entre la ingesta de los medicamentos para evitar que se les termine el tratamiento. “Podemos aguantar el dolor, pero cómo podemos tener una vida con bienestar en estas condiciones”, expresó Melitza Valles, vicepresidente de Fundación Venezolana de Enfermedades Reumáticas y paciente reumática.
Valles explica que el costo del tratamiento no es accesible. En 2015 el tratamiento con plaquinol tenía un costo de 27.000 bolívares en la Fundación Badan; en estos momentos, por el desabastecimiento, desconoce el precio.
En el comunicado enviado al jefe del Estado los pacientes aseguran que han tenido que recurrir a fármacos esteroideos distribuidos con fines veterinarios para paliar los dolores: “Ante esta ausencia de tratamiento encontramos que las alternativas que ofrecen las autoridades de salud no son adecuadas. Cada vez más los pacientes presentan más crisis de su enfermedad que los ponen en riesgo de sufrir un daño de manera irreversible en los órganos”.
ElDato
300.000 venezolanos sufren de artritis, dado que 1% de la población puede tener la enfermedad, según datos de la Fundación Venezolana de Enfermedades Reumáticas, pues ni Min Salud ni el IVSS han dado las cifras oficiales sobre esta población.